- Empresas mineras deberán de ejecutar planes de prevención y políticas de adaptación frente a las intensas lluvias, a modo de reducir riesgos en infraestructura operativa y daños potenciales en aspectos relacionados con el transporte, comunicaciones e infraestructura, producto de las lluvias y sequías que traerá consigo el Fenómeno del Niño.
Lima, 8 de julio de 2023.- El Fenómeno del Niño tiene un gran impacto en la economía peruana. Si bien, son muchos los sectores que se ven afectados, sobre todo los de agricultura y pesca, las operaciones mineras también sufrirían las consecuencias debido al fuerte incremento de lluvias en el norte y sequía en el sur del país.
Y es que, muchas empresas mineras, sobre todo del norte y centro del país, se encuentran ubicadas en zonas vulnerables, siendo altamente expuestas el incremento no previsto de agua en las operaciones, problemas de estabilidad de taludes, mayor drenaje; así como potenciales inconvenientes en la provisión de servicios tales como la energía eléctrica y el agua, el bloqueo de carreteras, siendo imposible la movilidad de trabajadores y recursos necesarios para sus labores, entre otros.
Según el Estudio Nacional del Fenómeno El Niño (ENFEN), para el verano próximo (2024), se estima que cerca de 67% de probabilidad de que el Perú vuelva a ser afectado por El Niño global. Hoy, vemos ese pronóstico mucho más certero y cercano. Ante ello, las compañías del rubro han comenzado a gestionar estrategias y planes de contingencia para garantizar el suministro de insumos, la protección de infraestructura operativa sensible, las vías de acceso, tanto para las comunidades aledañas a sus zonas de influencia, así como para mitigar los costos potenciales costos adicionales que este evento puede generar. Esto considerando que varias de las regiones, que también albergan operaciones mineras, fueron declaradas en emergencia a raíz de este evento natural..
La preocupación principal es la continuidad de los suministros, ya que esto podría paralizar la producción; no obstante, existen otros factores a considerar. Por ejemplo, en aquellas operaciones que se encuentran cerca a los cauces de ríos hay gran riesgo de inundaciones por desbordes. En tal caso, las compañías mineras tendrán que tomar la medida de limpiar dichos causes a profundidad. Asimismo, además de las acciones adicionales internas para contrarrestar este fenómeno, la mayoría de las empresas comenzarán a atender a las comunidades de su zona de influencia a modo de apoyo a la población.
“El acceso y competencia del agua, a causa de la falta de lluvias sobre todo en la zona andina y sur del país, podría tener implicancias para el sector minero, al ser un tema sensible, podría incrementar la sensación de uso inadecuado y escalar en reclamos, aunque la minería sólo emplea el 1.8% del agua disponible, según cifras de la ANA. Por otro lado, en las regiones que presentan lluvias recurrentes, las mineras deben poner en marcha sus planes de prevención y políticas de adaptación frente al Fenómeno del Niño. Todo ello para reducir los riesgos ligados a la operatividad de la infraestructura relevante (galerías subterráneas, tajos, desmonteras, pad de lixiviación, canales de conducción) en temas de transporte, comunicaciones y daños a la infraestructura”, indicó Luis Barba, gerente general de WES, consultora especializada en temas hídricos, dedicada a brindar servicios especializados en agua superficial, subterránea y estudios ambientales.
Frente a esta problemática, es fundamental recordar que Perú es un país altamente vulnerable frente al cambio climático y que, fenómenos naturales como El Niño, cada vez serán más frecuentes. “La recolección sistematiza y análisis de datos eficiente y oportuno, podría ayudar a diseñar planes de prevención a medida de cada empresa, teniendo una respuesta oportunidad e inmediata se pueden tomar decisiones basada en la experiencia real”, puntualizó el especialista de WES.