- Desde gestionar adecuadamente los residuos hasta realizar un diagnóstico de huella de carbono, son diversas las iniciativas que las empresas pueden comenzar a implementar para reducir su impacto ambiental.
El Gobierno peruano se ha propuesto reducir en un 40% las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) para el año 2030 y alcanzar la meta de ser país carbono neutral en el año 2050. Para lograr estos objetivos se requerirá del compromiso y del trabajo conjunto entre el sector público y privado, quienes deben adoptar prácticas sostenibles en todas las industrias.
En este escenario, Gerald Quispe, especialista en soluciones energéticas de la generadora eléctrica Fenix comparte 5 estrategias clave que ayudarán a las empresas a disminuir su impacto ambiental y así seguir contribuyendo en la construcción de un país más sostenible:
1. Realizar un diagnóstico de la huella de carbono: Esto permite identificar las principales fuentes de emisiones de CO2 y establecer estrategias para su reducción.
El programa Huella de Carbono del MINAM es una excelente iniciativa que ayuda a las empresas a apalancar sus esfuerzos mediante un reconocimiento público y escalonado: una estrella por la medición de la huella, dos por la verificación de la medición, tres por la reducción y cuatro estrellas por la neutralización. Entre 2020 y 2024, un total de 850 entidades públicas y privadas en Perú han medido su huella de carbono, registrando sus emisiones de gases de efecto invernadero.
2. Gestionar el uso de energía: Las industrias pueden liderar la transición energética desde sus propias operaciones, mediante el desarrollo de proyectos de eficiencia energética que permitan optimizar el consumo de energía, así como el cambio hacia un suministro eléctrico de origen renovable. Esto contribuirá a la reducción de las emisiones de alcance 2, emisiones indirectas de energía comprada, como la electricidad, el vapor, el calor o la refrigeración.
3. Gestionar adecuadamente los residuos: La gestión de residuos es otro aspecto fundamental. Según el MINAM, en el Perú se genera anualmente más de 8 millones de toneladas de desechos urbanos. Establecer prácticas de reciclaje, reutilización y reducción de residuos, tanto en oficinas como en plantas de producción, y explorar la economía circular, minimizan el impacto ambiental.
4. Gestión hídrica responsable: Desarrollar estrategias para la gestión eficiente del agua, incluyendo la reducción del consumo, el reciclaje de aguas residuales, y la inversión en tecnologías que minimicen el uso de agua en procesos productivos.
Un ejemplo de gestión hídrica responsable es el caso de Fenix, empresa que cuenta con una huella hídrica directa de 0m3/MWh, ya que utiliza el agua de mar y el agua de la humedad del ambiente como únicos insumos para la generación de energía, así como para la producción de agua potable como compromiso social con la comunidad donde opera, en lugar de extraer agua dulce de manera directa.
5. Transformación hacia una empresa ESG: Implica integrar de manera constante los principios ambientales, sociales y de gobernanza en todas las áreas de la organización. Esta transformación no solo mejora la sostenibilidad y responsabilidad corporativa, sino que también abre nuevas oportunidades de negocio, atrae a inversores y clientes comprometidos con valores similares, y asegura un crecimiento a largo plazo.