La minera canadiense Western Metallica Resources Corp. ha decidido abandonar su participación en el proyecto Turmalina, ubicado en Piura. Esta decisión se produce simultáneamente con la renegociación de su acuerdo de opción para adquirir el 100% del proyecto de cobre Caña Brava, situado en La Libertad. Caña Brava es comparable en potencial a depósitos de clase mundial como Las Bambas de MMG, Constancia de Hudbay Minerales y Antapaccay de Glencore.

Con la renegociación del acuerdo para Caña Brava, Western Metallica ha logrado asegurar condiciones más flexibles, incluyendo la posibilidad de extender el plazo y el cronograma de pagos. El precio acordado para la transferencia de concesiones es de 2.43 millones de dólares, que deberá ser pagado a más tardar el 27 de junio de 2028.

En julio, la empresa obtuvo la aprobación del Ministerio de Energía y Minas (Minem) para iniciar perforaciones en Caña Brava, específicamente en los prospectos Luz María y Caña Brava. Este permiso incluye la autorización para perforar desde 19 plataformas y la Evaluación Ambiental (FTA) para el prospecto Luz María.

El director ejecutivo de Western Metallica, Gregory Duras, explicó que el abandono del proyecto Turmalina se debe a la alta demanda de recursos para obtener permisos para actividades de exploración avanzadas en dicho proyecto. La empresa ha decidido concentrar sus esfuerzos en Caña Brava, donde planea iniciar su programa de perforación enfocado en cobre en el prospecto Luz María en el corto plazo.

Además, Western Metallica está desarrollando una cartera de propiedades de exploración de cobre en cinturones de pórfido en Perú, áreas que consideran altamente prospectivas y poco exploradas. Esta estrategia busca generar valor para los accionistas a medida que avanza el programa de Fase 1 en Caña Brava.

La empresa confía en que el enfoque en Caña Brava permitirá maximizar el potencial de sus proyectos de cobre en Perú, con la ventaja de contar con buen acceso e infraestructura cercana.

En resumen, Western Metallica está reorientando sus recursos hacia Caña Brava, abandonando el proyecto Turmalina para concentrar sus esfuerzos en un proyecto que promete mayores beneficios a largo plazo.