El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que un acuerdo con Ucrania sobre minerales críticos está a punto de cerrarse, lo que podría transformar las relaciones energéticas y mineras entre ambos países. Este pacto abriría el acceso de Estados Unidos a recursos estratégicos fundamentales para diversas industrias, incluyendo la tecnología y la defensa.
Trump aseguró en una conferencia en la Casa Blanca que las negociaciones están avanzadas y el acuerdo podría firmarse en los próximos días. En este pacto, se contempla una participación en los ingresos derivados de la extracción y procesamiento de minerales críticos en Ucrania, que son esenciales para la industria estadounidense. El presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskiy, también confirmó el progreso de las conversaciones, aunque aclaró que la central nuclear de Zaporizhzhia no será parte del acuerdo, ya que se encuentra bajo control ruso y actualmente está apagada.
Zaporizhzhia ha sido un punto de fricción en las negociaciones, con expertos sugiriendo que Estados Unidos podría estar buscando garantizar un suministro de energía barato para las instalaciones de procesamiento de tierras raras. La planta nuclear, la más grande de Europa, se encuentra en una zona estratégica del conflicto entre Rusia y Ucrania, lo que complica su inclusión en el acuerdo.
El acceso a minerales críticos como tierras raras, litio y cobalto es crucial para Estados Unidos, ya que son esenciales en la fabricación de productos tecnológicos y equipos de defensa. La dependencia de China y otros países para estos recursos ha sido una preocupación para Washington, lo que ha motivado el interés por diversificar las fuentes, siendo Ucrania una opción clave para asegurar el suministro de estos materiales.
Además de las negociaciones sobre minerales, Trump también destacó avances en las conversaciones de paz entre Rusia y Ucrania, con un equipo diplomático estadounidense participando en reuniones con funcionarios de ambos países en Arabia Saudita. El acuerdo sobre minerales críticos podría ser un elemento central en las discusiones para lograr un alto al fuego en el Mar Negro, agregando una dimensión económica y estratégica al proceso de paz.
Si se concreta, este acuerdo podría redefinir el panorama geopolítico y económico en Europa del Este, beneficiando a ambos países. Estados Unidos ganaría una ventaja estratégica en el acceso a minerales esenciales, mientras que Ucrania recibiría un impulso económico que fortalecería su infraestructura minera y energética. Sin embargo, el tema de Zaporizhzhia sigue siendo un desafío clave que podría complicar la firma del acuerdo.