El ex ministro de Energía y Minas, Carlos Herrera Descalzi, advirtió que la quiebra de Petroperú, como sugiere el actual directorio, podría resultar más costosa que un rescate financiero. Según Herrera, optar por la quiebra podría implicar gastos igual o mayores que los de un rescate.
El especialista explicó que, en caso de quiebra, los activos de Petroperú tendrían que ser vendidos en remate, lo cual probablemente no cubriría la deuda de casi 4,000 millones de dólares. En el proceso de remate, los activos se distribuirían siguiendo un orden de prelación, comenzando con los trabajadores, seguido por la Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria (Sunat) y luego los bancos.
Herrera Descalzi subrayó que si la quiebra no es viable por estas razones, el gobierno tendría que considerar el rescate financiero. La quiebra podría generar problemas adicionales con los trabajadores, problemas políticos y riesgos en el suministro de combustible, advirtió.
En relación con el suministro de energía, el ex ministro resaltó que Petroperú es crucial para el abastecimiento de combustible en el sur del Perú y gran parte de la selva, áreas que actualmente solo sirven gracias a la petrolera estatal. Su posible desaparición complicaría seriamente la provisión de energía en estas regiones.
Sobre las alternativas para salvar a Petroperú, Herrera Descalzi sugirió que se podrían reducir gastos del presupuesto público o emitir bonos soberanos. No obstante, advirtió que la calificación crediticia del país podría dificultar la obtención de los fondos necesarios.
El ex titular del Minem también destacó la importancia de que el Estado y Petroperú transparenten las cifras reales de pérdidas y las necesidades de la empresa para lograr una recuperación efectiva.
“Para alcanzar solvencia, incluso en el caso de una privatización, es fundamental un manejo técnico adecuado y una evaluación precisa de los activos y el crédito requerido”, puntualizó Herrera Descalzi.
En resumen, la quiebra de Petroperú no solo implicaría costos significativos sino que también podría causar problemas estructurales y operativos. Un rescate financiero, aunque costoso, podría ofrecer una solución más manejable en comparación con los efectos negativos de una quiebra.