La renuncia del directorio de Petroperú, tras casi siete meses de gestión sin resultados satisfactorios, era una decisión anticipada, según Alejandro Narváez, ex presidente de la empresa. En una entrevista en el programa Andina al Día, afirmó que la administración no había mostrado signos de mejora y que, por el contrario, la situación de la compañía continuaba deteriorándose.

Narváez destacó que los directores y gerentes son contratados para impulsar el desempeño de una empresa. “Si en tres o seis meses no se logran avances, es difícil confiar en esa gestión”, señaló, subrayando que durante este período no se obtuvieron resultados significativos.

El ex presidente de Petroperú enfatizó la importancia de llevar a cabo una gestión honesta y responsable, dado que se trata de una empresa estatal. “Para mejorar Petroperú, se requiere liderazgo, transparencia y responsabilidad hacia el país”, indicó.

En su análisis, Narváez hizo hincapié en la necesidad de proporcionar información clara y precisa sobre la situación de la petrolera estatal. “Hemos visto desinformación sobre lo que realmente está ocurriendo en Petroperú. Al observar ciertos indicadores, se hace evidente que había una desconexión entre lo que afirmaba el directorio saliente y la realidad de la empresa”, comentó.

Con respecto a la reestructuración, consideró que no es recomendable recurrir a empresas extranjeras para este propósito. “Petroperú cuenta con profesionales capacitados; lo que falta es un liderazgo sólido”, afirmó, recordando que la actual deuda de la empresa es resultado de inversiones estratégicas que son rentables a largo plazo.

Narváez también mencionó que la información que se ha proporcionado a los accionistas carece de integridad y está sesgada. “A pesar de su deuda, Petroperú no es inviable ni está al borde de la quiebra. No es necesario acudir a expertos internacionales, ya que hay profesionales competentes en Perú”, aseguró.

Para el ex presidente, la nueva administración debe realizar un diagnóstico efectivo de la situación de Petroperú y abordar los problemas de manera inmediata. “Ahora que la refinería opera al 70% de su capacidad, esto podría tener un impacto significativo en el futuro”, afirmó.

Además, explicó que el financiamiento de la Refinería de Talara se realizó en un 25% con recursos propios de la empresa y el 75% restante se cubrió mediante deuda, a través de bonos y un préstamo sindicado. “Por lo tanto, la idea de que Petroperú es un ‘barril sin fondo’ es incorrecta”, afirmó.

Finalmente, Narváez sugirió que el primer paso para revitalizar Petroperú es formar un nuevo directorio con personas que generen confianza. “No hay razones para privatizar la empresa; estoy convencido de su potencial futuro. La narrativa de que no tiene valor es un mito que debe ser superado”, concluyó.