Petróleos del Perú – Petroperú S.A. publicó sus estados financieros (EEFF) auditados del 2023, en los que confirma que registró una pérdida de US$1 millón 64.381, luego de anotar una caída de US$271.219 en 2022.

De acuerdo a un hecho de importancia elevado ante la Superintendencia del Mercado de Valores (SMV), el pasivo corriente de la empresa, al cierre del 2023, excedió al activo corriente en US$3 millones 542.448 (US$171.818 miles al 31 diciembre de 2022).

Entre los factores observados por PWC, se dio una disminución de las ventas en el mercado nacional por el incremento de la competencia que ofrece mayores descuentos y mejores condiciones comerciales, situación que no ha podido afrontar la Compañía al no contar con margen de refinación optimizado con la puesta en marcha progresiva de la NRT.

También existieron mayores gastos operativos por US$330 millones, como consecuencia de un mayor consumo de suministros y materiales para el funcionamiento de las unidades en proceso y auxiliares y un mayor gasto de depreciación por las unidades puestas en marcha. Así como el reconocimiento de pérdidas por deterioro de bienes de propiedad, planta y equipo por US$334.875.

La empresa auditora recuerda, además, los hechos ocurridos en Petroperú en los años 2021 y 2022 “que han generado investigaciones por presuntas irregularidades cometidas por la ex gerencia general y funcionarios afines, que afectaron su gobierno corporativo y la eficiencia en su gestión”.

El cierre en rojo se vio también afectado por el aumento de las cuentas por pagar comerciales, como consecuencia del incremento en los plazos de crédito acordado con los proveedores de crudo, productos refinados, bienes y servicios, así como el incremento de los préstamos bancarios de corto plazo a raíz de la necesidad de liquidez para financieras las operaciones comerciales.

Se dio también un traslado al corto plazo la obligación por el préstamo para capital de trabajo recibido del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) en mayo de 2022, por US$750.000 y la presentación temporal como pasivo corriente del préstamo CESCE.

Hay, igualmente, una “calificación crediticia mermada”. Al respecto, a la fecha de emisión de este informe, las agencias Fitch Ratings y Standards & Poors (S&P) asignaron a la Compañía una clasificación crediticia CCC+ y CCC, respectivamente. No obstante, el principal accionista (MEF) emitió una carta a la calificadora Fitch Ratings donde manifiesta el respaldo financiero del Estado a la Compañía.

“En 2023, el directorio de la Compañía encargó a la empresa consultora Arthur D. Little un estudio de su posición financiera y de su gobierno corporativo, a fin de definir, entre otros, un plan de recuperación. Dicho informe, consideró como fundamental obtener apoyo financiero del gobierno, el cual no se ha concretado a la fecha, lo que significa un riesgo de que la Compañía no pueda gestionar la situación actual de liquidez adversa”, concluye el informe.