Mar. Ene 21st, 2025

Perú pierde terreno en producción de cobre y es superado por el Congo

A pesar del crecimiento del 23.4% en las exportaciones del sector minero durante noviembre, impulsado por el aumento en los envíos de cobre del 14.2%, la producción nacional de este metal ha mostrado signos de estancamiento y no se esperan grandes repuntes este año. Según el último informe del Ministerio de Energía y Minas (Minem), la extracción de cobre en noviembre alcanzó las 241,883 toneladas métricas finas (TMF), lo que representa una caída del 4.6% en comparación con el mismo mes de 2023.

Este cambio en la dinámica global de la producción de cobre plantea un reto significativo para el Perú, que, a pesar de ser uno de los mayores productores del mundo, podría ver una disminución en su relevancia en el mercado internacional. La creciente demanda de cobre, impulsada por sectores clave como la energía renovable y los vehículos eléctricos, coloca una presión adicional sobre el país para mejorar su competitividad y asegurar una mayor participación en el mercado. En este contexto, sería crucial que el Perú invirtiera en la modernización de su infraestructura minera y en el desarrollo de tecnologías más eficientes y sostenibles. De no hacerlo, podría perder terreno frente a competidores como Chile y el Congo, quienes parecen estar mejor posicionados para aprovechar el auge de la demanda global.

La disminución en la producción de cobre durante los primeros once meses de 2024 refleja una serie de desafíos para la minería peruana. A pesar de que algunas minas, como Quellaveco, continúan en sus etapas de consolidación, la caída en la producción de gigantes como Sociedad Minera Cerro Verde y Anglo American resalta las dificultades operativas que enfrentan las principales empresas del sector. La reducción en las leyes de cabeza de cobre en Quellaveco también añade una capa de complejidad, ya que implica menores concentraciones de cobre en el mineral extraído, lo que puede afectar la rentabilidad y la eficiencia operativa. Este panorama de contracción podría tener repercusiones importantes en las proyecciones de producción futura del país, que, de no revertirse, podría seguir presionando negativamente sus exportaciones y su posición en el mercado global.

El panorama de la producción cuprífera en el Perú a noviembre de 2024 refleja una recuperación parcial por parte de Minera Las Bambas, que recuperó su puesto como el cuarto mayor productor del país. Sin embargo, la tendencia de caída en la producción no solo afectó a las grandes operadoras como Quellaveco, sino que también impactó a otras importantes minas, como Minera Chinalco, Antapaccay, Marcobre S.A.C., Hudbay y Sociedad Minera El Brocal. Las reducciones en la producción de estas empresas varían en magnitud, pero en conjunto, subrayan una desaceleración en el rendimiento del sector cuprífero peruano. Esta disminución de la actividad minera podría tener efectos adversos sobre la estabilidad del mercado laboral y las finanzas públicas, dado el peso de la minería del cobre en las exportaciones nacionales.

En conjunto, las minas medianas y pequeñas dedicadas a la explotación de cobre en el país también reportaron una disminución en su producción, con una caída del 2.0% en comparación con 2023. A nivel general, la producción nacional de cobre en 2024 podría alcanzar las 2.7 millones de toneladas, similar a la de 2023, pero sin perspectivas de un crecimiento significativo a corto plazo. Si se mantiene el ritmo mensual actual, la minería peruana podría registrar 2.4 millones de toneladas, manteniéndose estancada desde 2017.

Con las proyecciones de producción de cobre para 2025 que no son muy optimistas, las expectativas se centran en un escenario similar al de 2024. Según Víctor Góbitz, presidente de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE), y Juan Carlos Ortiz, vicepresidente del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP), no se anticipa que la producción de cobre del país crezca significativamente en los próximos años debido a la falta de proyectos nuevos. En este sentido, la única gran iniciativa cuprífera en marcha para el 2025 es la ampliación de la mina de cobre Reposición Antamina, pero la mayoría de los nuevos proyectos de cobre se prevé que ingresen en producción entre 2028 y 2029.

El proyecto Tía María, que podría contribuir al aumento de la producción cuprífera, no tiene una fecha definitiva de inicio, y los proyectos como Zafranal y Trapiche, que se esperaban para los próximos años, también están aún en etapas tempranas. En resumen, con pocos proyectos cupríferos en el horizonte, las proyecciones del Minem y la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco) apuntan a que la producción de cobre en Perú podría estancarse en 2.7 millones de toneladas en 2025, una cifra que podría ser superada por países como El Congo, que se espera alcance los 3.2 millones de toneladas anuales para ese período.

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