Nexa Resources ha presentado una quinta modificación del Estudio de Impacto Ambiental Detallado (MEIA-d) de la Refinería de zinc Cajamarquilla, ubicada en Lurigancho-Chosica, ante el Servicio Nacional de Certificación Ambiental para las Inversiones Sostenibles (Senace). Esta modificación busca incrementar la capacidad de almacenamiento de residuos metalúrgicos en la operación.

Como parte de su compromiso con el plan de participación ciudadana, la empresa ha programado una audiencia pública para el 6 de octubre en el Colegio La Florida, en San Juan de Lurigancho. Durante esta reunión, se presentarán los detalles del proyecto y se invitará a los asistentes a compartir sus opiniones.

El plan de Nexa incluye la construcción y operación del Depósito N° 7, así como la instalación de infraestructura adicional, que abarca una planta de tratamiento de residuos metalúrgicos, depósitos de material excedente y accesos. Esta expansión se llevará a cabo dentro de la propiedad de la empresa, sin aumentar la capacidad previamente autorizada.

Según el MEIA-d, estas modificaciones permitirán extender la vida útil de la Refinería de Cajamarquilla hasta 2037, al tiempo que se actualiza el área efectiva de la operación. La fase de construcción del proyecto se estima que tomará aproximadamente dos años, comenzando con la movilización de maquinaria y personal, y abarcando las obras civiles necesarias.

La operación del nuevo depósito se centrará en la neutralización y filtrado de residuos en la Planta de Tratamiento de Residuos Metalúrgicos, tras lo cual serán almacenados en el Depósito N° 7. Se proyecta que esta fase de operación durará alrededor de 10.7 años, sin cambios en los procesos metalúrgicos actuales ni aumento en la capacidad operativa de la refinería.

Una vez finalizada la operación, se llevará a cabo una etapa de cierre que incluirá el desmantelamiento de las instalaciones y la rehabilitación de las áreas afectadas. Nexa también ha destacado que se realizarán actividades de mantenimiento y monitoreo post-cierre para asegurar la seguridad y el cumplimiento ambiental.

La inversión total para el aumento de la capacidad de almacenamiento se estima en aproximadamente 15 años, con un costo de construcción de US$95.9 millones. Durante la fase de operación, la empresa proyecta un gasto anual de US$10.5 millones, acumulando un total de US$112.6 millones para los 10.7 años de operación. Para la etapa de cierre, se calcula un gasto de unos US$10.1 millones.