El enfoque del anterior titular del Ministerio de Energía y Minas (Minem), Óscar Vera, en resolver los problemas de Petroperú, habría distraído a ese sector de atender proyectos pendientes de mayor provecho para el Perú, como el de la petroquímica, coinciden expertos consultados.
El nuevo ministro de Energía y Minas, Rómulo Mucho, en diálogo con Gestión, consideró que se ha perdido mucho tiempo en desarrollar esa industria en el país, considerando que, desde el año 2007 ya el sector privado mostraba interés en desarrollar una petroquímica para la producción de urea, uno de los fertilizantes más demandados en el Perú y el mundo.
“Cuánto tiempo hemos perdido, cuando estalló la guerra entre Rusia y Ucrania (principales proveedores de fertilizantes nitrogenados al mundo), el precio de la urea se fue hasta US$950 por tonelada, cuando su precio normal era de poco más de US$300 por tonelada”, señaló la autoridad.
Antecedentes
Vale recordar que en esas circunstancias el gobierno del entonces presidente Pedro Castillo, intentó infructuosamente, durante más de un año, adquirir urea a través del programa Agro Rural, del Midagri, pero las cuatro licitaciones para ese fin, se cayeron, entre otros, por actos presuntamente irregulares que observó la Contraloría.
Mucho recordó que hace 17 años atrás, había tres empresas que buscaban sacar adelante plantas de ese tipo que usaran el gas de Camisea, una en Pisco, otra en Marcona (ambas en la región Ica) y otra en Mollendo (en la costa de Arequipa).
En tal sentido, el ministro consideró que el sitio ideal para instalar una planta petroquímica hoy en el Perú es la zona de Marcona, debido a que ya tiene una conexión (gasoducto) que llega hasta esa zona, al sur de la región Ica (de propiedad de la empresa Contugas).
Otras fuentes para los fertilizantes
Además, Mucho indicó que hay otras fuentes poco conocidas de las cuales se puede obtener también insumos para su uso como fertilizantes, como son los minerales no metálicos, en este caso la roca fosfórica y la potasa.
En el primer caso, indicó que hoy ya existe en el Perú la tecnología para recuperar la roca fosfórica en las Pampas de Sechura donde hay abundancia de ese recurso, y que la experiencia que tenía la empresa minera Miski Mayo, en la explotación de dicho mineral para producir fosfatos, se transfirió a una empresa norteamericana.
“En las Pampas de Sechura hay abundantes recursos (de roca fosfórica) que el Estado no puede explotar porque no tiene dinero (para ello), pero si presentar (su posible explotación) a los posibles interesados, y ofrecerles la oportunidad de que puedan invertir (en esa actividad)”, anotó.
Licitación
Eso, según indicó, significa que podría haber una licitación para entregar el desarrollo de esos yacimientos al mejor postor.
En cuanto al otro recurso mencionado, la potasa, refirió que ese mineral no metálico, se encuentra generalmente contenido en los yacimientos de litio, y que en este caso, se concentran no solo en la zona de Macusani, en Puno, sino también en otras regiones del sur (como Arequipa, Moquegua y Tacna).
El ministro explicó que de la potasa (contenida en el litio) se extrae sulfato de potasio, que es otro fertilizante muy demandado por la agricultura.
Alcanzaría para abastecer la demanda local
Recordó que hoy el sector agrícola peruano consume cerca de 1.2 millones de toneladas de fertilizantes, incluidos unas 600 mil toneladas de nitrogenados como la urea, así como fosfóricos y potásicos (que en su mayor parte importa el Perú).
En tal sentido, concluyó en que, si se logra desarrollar y explotar los yacimientos de litio de Falchani (Puno) -actualmente en fase de exploración- y los fosfatos del norte (además de la petroquímica en Ica), podríamos abastecer largamente al mercado nacional, y además exportar excedentes.
Vale recordar que el anterior titular del Minem había indicado a inicios de mes que había empresas de cuatro países con interés en instalar plantas petroquímicas en el Perú: Australia, Argelia, Arabia Saudita y Colombia.
¿Qué falta para avanzar en la petroquímica?
Según Álvaro Ríos, especialista en energía de la consultora Gas Energy, actualmente ya hay empresas interesadas en desarrollar la petroquímica en el Perú, lo que resta ahora es asegurar por contrato, el suministro de gas natural, lo cual pasa por una negociación del contrato con el Consorcio Camisea.
Explicó que asegurar el suministro para dicha industria requiere contratos de abastecimiento de hasta 20 años, pero el contrato con Camisea (para explotar el yacimiento del mismo nombre, se acaba en menos tiempo (17 años) pues rige sólo hasta 2040.
También se requiere, anotó, asegurarle espacio para el transporte del gas en el gasoducto de Camisea, mediante un contrato de consumo a firme (en forma constante).
Habría más disponibilidad de gas en el 2028
Al respecto, el expresidente de Perupetro, Aurelio Ochoa, consideró que la capacidad del gasoducto de Camisea, operado por TGP (de 160 millones de pies cúbicos diarios (mmpcd de gas) alcanza para abastecer a una planta petroquímica (que puede demandar entre 100 a 150 mmpcd).
Pero además, otro aspecto a favor de esa actividad, anotó, es que el año 2028 culminará el contrato de exportación del gas de Camisea (suscrito entre Perú LNG y Shell).
Esto último, indicó, permitirá al Estado peruano destinar un volumen cuatro veces mayor de gas natural para la petroquímica que el actualmente disponible (160 mmpcd), considerando que la prioridad es el abastecimiento al mercado interno (sobre la exportación).