La automatización de la industria minera está aumentando rápidamente. Según Mordor Intelligence, se estima que el mercado de la minería inteligente se triplique para el 2025, y se espera que para entonces el 25% de las minas haya adoptado operaciones autónomas. En el Perú, se apuesta por la reinvención del modelo de negocio para hacerlo sostenible, rentable y seguro.
Bajo este contexto, el esquema tradicional está evolucionando para darles lugar a nuevas formas de realizar negocios, en que la digitalización, la automatización, la conectividad, la inteligencia artificial y el data lake, entre otros, se proyectan como los grandes aliados. Este cambio progresivo genera nuevas necesidades que las compañías mineras requieren en sectores como el logístico.
El rol de la tecnología es protagónico. Utilizarla para la innovación logística se basa en tres ejes fundamentales: la consolidación de la data, la gestión de procesos digitales y la integración con proveedores.
“Las empresas buscan nuevas formas de mejorar sus servicios a través de la innovación permanente y de soluciones tecnológicas para estandarizar, simplificar y agilizar sus procesos, y así garantizar una excelente experiencia a las empresas mineras”, dice Carlos Ciriani, director de Logística Extractiva en Ransa.
Mariano Prieto, director de Industria de NTT Data, añade que la combinación de factores tecnológicos —como las decisiones basadas en datos, eficiencia en la cadena de suministro y foco en operaciones automatizadas y digitalizadas— hace que el de la innovación establezca una remodelada forma de competir en un nuevo ecosistema más global y digital, convirtiéndose en un factor clave para mejorar los márgenes y aumentar la competitividad del sector.
“Se apuesta fuertemente por la mina máximamente conectada, y combinada con tecnología, centros de operaciones remotos, analítica y conectividad en los procesos con inteligencia artificial como base habilitadora de un nuevo modelo de negocio”, señala.
Para Tulio Antezano, del Departamento de Ingeniería Mecánica de la UTEC, las grandes empresas internacionales han tomado el liderazgo en este proceso de cambios para adecuarse paulatinamente a nuevas tecnologías acordes con sus condiciones particulares.
“Estamos observando la transformación del modo tradicional de operar una mina a uno en que se pueda llevar el control minucioso del cumplimiento del plan de producción, pese a la incertidumbre que generan las variaciones en el precio de los metales y en los costos de operación. Una característica de estas nuevas herramientas es la rapidez y precisión en dotar información correlacionada entre las disciplinas de ingeniería que conforman esta área estratégica”, apunta.
Pensar en la minería del futuro, según Pamela Antonioli de Rute, gerente general del Hub de Innovación Minera del Perú, es pensar en una minería cada vez más sostenible y armoniosa con el entorno en el que se desarrolla, y la tecnología es, también en estos ámbitos, una herramienta importante.
Antonioli de Rute añade que las tecnologías digitales que ofrecen a la industria mejorar la productividad y la seguridad son las que más han escalado en los últimos años. Innovaciones que van desde minimizar la variabilidad y aumentar la resiliencia de los procesos, así como evitar la exposición de los trabajadores a través de alertas y de capacitaciones con realidad virtual aumentada, hasta la eliminación de la persona en entornos de riesgo.
“La perspectiva es tener plenamente digitalizada e integrada toda la cadena de valor: desde sus procesos de fabricación y sus operaciones, pasando por su capital humano, sus procesos comerciales y sus relaciones con clientes, proveedores y zonas de influencia”, resalta.
COLUMNA DE OPINIÓN
Ebullición tecnológica
Por Juan Carlos Ortiz, vicepresidente del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú
Es tendencia mundial el surgimiento de operaciones mineras inteligentes capaces de lograr grandes resultados con el mínimo de recursos disponibles gracias a la implementación de tecnologías de automatización, robotización, gemelos digitales, supervisión remota y energías renovables, impactando en la rentabilidad del negocio, la seguridad laboral y la huella de carbono.
El Perú no es ajeno a esta realidad, pues existen centros mineros encaminando la revolución 4.0. Lo vimos recientemente en Quellaveco, la primera mina digital del país, que contará con camiones de acarreo no tripulados, energía solar y eólica para abastecer su operación, y un centro integrado que comandará cada una de sus actividades. Nexa se asoció con la firma israelí IBI-Tech para crear la minería del futuro.
Con similar enfoque, Buenaventura está cristalizando proyectos innovadores mediante el Programa de Desarrollo Productivo y Articulación Comercial, con el que contribuye a la mejora de las capacidades productivas de la población local con asesoría técnica y herramientas modernas.
Asimismo, la academia mostró su compromiso con la industria minera del futuro para promover iniciativas innovadoras que agreguen valor a las actividades y compartir oportunidades de colaboración tecnológica.
La innovación y la tecnología están ampliando su presencia en la minería y en sus propósitos ESG, adaptando y mejorando lo hecho por jurisdicciones de mayor trayectoria, como Australia, Canadá, Suecia y Estados Unidos, y consolidando la transición hacia una industria más productiva, sostenible e inclusiva.