Pablo de la Flor, gerente de Asuntos Corporativos de la Minera Poderosa, afirmó que el presidente del Congreso, Eduardo Salhuana, tiene conexiones directas con la minería informal. Estas declaraciones se dieron al finalizar su participación en el foro ‘Liderazgo Empresarial Activista: Factor clave para el desarrollo del país’.

De la Flor señaló que las «economías criminales» están avanzando rápidamente en Perú, afectando considerablemente la administración pública a nivel local y en el Congreso. «Estas economías han colonizado gran parte de la administración pública. El presidente del Congreso representa a una de las economías ilegales más activas y dañinas, y está vinculado a la minería informal», declaró ante los medios.

El ejecutivo advirtió que la minería ilegal ha superado al narcotráfico en términos de impacto. Se estima que esta actividad ilícita genera alrededor de US$4,000 millones al año, una suma considerable que podría ser utilizada para corromper a funcionarios públicos.

«Los recursos generados permiten comprar voluntades y corromper a funcionarios, lo que se ha vuelto evidente. Los mineros ilegales ahora cuentan con una bancada multipartidaria que promueve sus intereses», añadió de la Flor en sus declaraciones.

En julio pasado, la Minera Poderosa fue objeto de un ataque por parte de un grupo de mineros ilegales armados. El incidente dejó a tres personas heridas en Pataz y ocurrió en la madrugada del 11 de julio, en un área conocida como Rampa 0120 del nivel 2820, en la región de La Libertad.

Durante el ataque, los delincuentes retuvieron a uno de los vigilantes durante seis horas para evitar su detención, bloqueando las conexiones a la operación minera y dificultando el ingreso del personal de la empresa.

«Los atacantes impidieron el acceso a las instalaciones, resultando en heridas por esquirlas para tres de nuestros colaboradores, uno de los cuales fue secuestrado por varias horas», explicó la empresa en un comunicado tras el ataque.

En este contexto, de la Flor insistió en que el presidente del Congreso, Eduardo Salhuana, tiene vínculos directos con la minería informal, lo que plantea serias preocupaciones sobre la influencia de las economías ilegales en la política peruana.