El Ministerio de Energía y Minas (Minem) adelantó que al cierre del 2023 las inversiones mineras registradas habrían sumado alrededor de US$ 4,500 millones, una caída 16.10% respecto a los US$ 5,364 millones alcanzados en el 2022.
De hecho, de enero a noviembre del año pasado, el ministerio registró reportes de inversión que le remiten las empresas mineras, que sumaron US$ 4,064 millones, y que representaron una caída de 12.4% respecto a los US$ 4,621 millones en igual periodo del 2022.
Para este año, el presidente del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), Julio Velarde, indicó que han proyectado que la inversión minera crezca 5.1%, sustentado en la posibilidad de que se concreten algunos planes de expansión de minas que están pendientes.
“Todavía hay interés en invertir (en el Perú), pero hay que hacer esfuerzos para promoverlo. Hay que empezar a abordar lo que lleva más corto, que es la expansión de las minas”, destacó Velarde en su momento.
Minem se reunió con Southern
Sobre el tema, el viceministro de Minas, Henry Luna, indicó a Gestión que la administración actual (de ese sector) quiere conversar directamente, a través del mismo Minem o de la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM), con los CEO de empresas que tienen grandes proyectos de construcción de minas que no tienen fecha definida para su inicio, a fin que los continúen.
Con ese objetivo, indicó -por ejemplo- que ya se han reunido con (directivos de la empresa) Southern Perú Copper Corporation, que le han manifestado su interés por seguir invirtiendo en todos sus proyectos, así como en obras para aliviar el tema de oposición social, en algunos casos.
Refirió que, según esa empresa, están realizando proyectos para la construcción de algunas represas que les van a permitir mejorar el relacionamiento con las municipalidades, los ciudadanos, lo que, anotó, le dará espacio para desarrollar sus planes, tanto de ampliaciones de minas, de plantas de beneficio, como nuevos proyectos.
Buscan adelantar Michiquillay
Entre estos últimos, el viceministro señaló que el más importante es Michiquillay (inversión total: US$2,500 millones), ubicado en Cajamarca, y que le fuera adjudicado a Southern en febrero del 2018 por ProInversión. De ponerse en producción, podría añadir 225,000 toneladas de cobre por año.
Originalmente se esperaba ponerlo en construcción el año 2022, de forma que entrara en operación el 2025, pero luego se postergó. Actualmente, según el cronograma del Minem y conforme a lo que ha manifestado la empresa, ese proyecto, aún en fase de exploración, no tiene fecha de inicio de obras, pero se espera que se ponga en marcha (producción) en el año 2032.
El viceministro indicó que, según la actual cartera del Minem, (el inicio de obras) estaba para el año 2027, pero refirió que se podría adelantar, pues ya había sido sometido a trabajos de exploración cuando estuvo anteriormente en manos de otras empresas, como Minero Perú y luego Anglo American.
“Hemos conversado con el presidente de Southern Perú (Óscar Gonzáles) con la finalidad de que los tiempos se puedan acortar para ponerlo en marcha en el menor tiempo posible. Michiquillay ya está super explorado, lo que están haciendo ellos (la empresa) es confirmar las reservas, y esperamos que se pueda anunciar muy pronto la reducción de plazos, para poder ponerlo en marcha”, aseveró.
Otros proyectos
Pero Michiquillay no es el único proyecto sobre los que el Minem pone sus “esperanzas”. En total, son tres que -en conjunto- suman más de US$ 7,000 millones de inversión.
Luna refirió que se espera que la empresa Newmont pueda retomar su proyecto Yanacocha Sulfuros (de US$2,250 millones), lo que incorporaría una producción 500,000 onzas finas de oro por año. Anteriormente, ese proyecto estaba previsto para iniciar obras el 2026, pero hoy no tiene fecha cierta para ello.
Lo mismo (el retomar planes de obras) podría suceder, añadió la autoridad, con el proyecto cuprífero Río Blanco (de US$2,500 millones), de la empresa Río Blanco Copper, ubicado en Piura, y que podría añadir 200,000 toneladas métricas finas de ese metal rojo por año. El inicio de construcción también está por definir.
¿Qué dicen el empresariado minero?
Consultado sobre esta expectativa del Minem, Carlos Gálvez, expresidente de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (Snmpe), consideró que, antes que hablar de Michiquillay u otros proyectos, primero, se debe mover los que ya están listos y aprobados.
“Lo que está listo y aprobado es, por ejemplo, Tía María (Arequipa), hay que seguir la lógica. Por qué voy a pensar en el tercero, quinto, o noveno (proyecto), en lugar del primero. Esta (Tía María) es una iniciativa en la que se ha invertido muchísimo dinero y tiempo, se ha gestionado demasiados permisos”, aseveró.
Gálvez se cuestionó sobre “¿quién le garantiza a (otras) empresas que van a seguir los mismos procedimientos para sus proyectos, pero al final (tras la entrega de permisos), podrían quedar paralizados?”.
“El Estado tiene que asumir que la mitad de la renta que la minería genera es para todos los peruanos y beneficia al propio Estado, que es el principal accionista (de la industria minera). Si al Estado no le interesa mover los proyectos, no hay nada que hacer”, sentenció.
Proyectos de ampliación de minas
Miguel Cardozo, director del Instituto de Ingeniero de Minas del Perú (IIMP), indicó que no solo no ven voluntad política del Gobierno peruano en destrabar la minería, sino que tampoco se observa coherencia en su accionar, en referencia a la permisología que depende no solo del Minem, sino también de los ministerios del Ambiente y de Cultura.
Refirió que, por ejemplo, si no se elimina la normativa que establece el silencio administrativo negativopara la aprobación de los trámites de exploración, ni la consulta previa exigida para esa fase de la actividad minera, no se va a avanzar.
Tampoco se puede entender, objetó, que ni siquiera los proyectos de ampliación de la producción de minas que ya están en operación, se puedan destrabar. Citó como ejemplo al proyecto de Reposición Antamina, que podría extender su vida útil hasta el año 2050. Sin embargo, indicó que los trámites para esa iniciativa de ampliación ya cumplen cinco años sin que salga su aprobación.