Durante su participación en el tercer y último día del Expomina Perú 2022, Miguel Cardozo, director del IIMP, comentó sobre la presión existente que tienen las empresas mineras de parte de las comunidades en las zonas altoandinas, donde la presencia del Estado es casi nula.
“En las zonas rurales la población sí espera la contribución de las empresas mineras y de otras que extraen recursos naturales porque la prédica política los induce a creer que estas empresas tienen la obligación de apoyarlos, mientras que al mismo tiempo, no esperan ayuda del Estado y no exigen mucho de los gobiernos locales, regionales y nacional”, señaló Cardozo.
Miguel Cardozo hizo énfasis en que si bien todos tenemos responsabilidad en trabajar por la reducción de la pobreza, la inclusión social y bienestar de la población, es el Estado quien tiene la tarea fundamental de articular el desarrollo sostenible e incluir a todos los peruanos.
Explicó que lamentablemente, ese rol no lo está cumpliendo y en muchas zonas rurales donde se ubican los yacimientos mineros, la población parece haberse resignado a no esperar nada del gobierno, sino que busca suplir sus necesidades por sí mismos, con apoyo de iniciativas civiles y empresariales.
Esto ha dado paso a que la responsabilidad social corporativa se convierta hoy en día en un galardón que la mayoría de empresas quiere exhibir, dijo Cardozo, y en el caso de las mineras deben exhibir para que se conozca el apoyo real que brinda y sus negocios puedan prosperar.
”Las empresas mineras son las que muestran mayores éxitos en este terreno, pero reciben el menor reconocimiento y reciben muchas críticas injustificadas”, refirió.
Cabe precisar, como indicó Cardozo, que estas iniciativas tratan de ayudar a suplir las necesidades que tiene la población a raíz del olvido de la gestión gubernamental; sin embargo, ello no quita que es responsabilidad del Estado velar por el bienestar de la población, es a ellos a quien se les debe hacer llegar cualquier requerimiento.
“Repito que la obligación de tener un país en constante desarrollo, sin pobreza, socialmente justo e integrado es una tarea de todos, las empresas también tienen parte en esta obligación, pero nadie puede exigirles que asuma las obligaciones del Estado, ni las de los gobiernos de todo nivel, ni las de las instituciones dirigidas desde la sociedad civil”, afirmó.
Debilidad institucional
Además, el director del IIMP indicó que se necesita que el gobierno asuma su rol articulador de planes transversales y perspectivas a largo plazo, ya que “la debilidad institucional de nuestro país en todos los niveles y todos los sectores de la sociedad hace que los esfuerzos individuales no puedan sumarse y dirigirse de manera estratégica”, añadió.
Se expresó que una reacción contundente por parte del Estado es lo que se necesita. Una presencia activa que lidere, dialogue e integre a los distintos sectores con miras al desarrollo y bienestar colectivo a largo plazo.
“Hoy más que nunca se impone el diálogo amplio y honesto para lograr una visión y una estrategia que sea consensuada de manera amplia, que nos marque el camino para el desarrollo equilibrado, justo y sostenible de largo plazo”, dijo Cardozo.
Retraso de proyectos mineros
También se refirió al retraso de la puesta en marcha de algunas operaciones mineras y la interrupción de la exploración de nuevos recursos minerales a causa de dificultades con el gobierno, regulaciones excesivas y burocracia compleja y desarticulada.
Cardozo expresó su preocupación por la continuidad de dichos proyectos y el sector en general, ya que “somos un país minero de clase mundial, esta actividad es la clave para impulsar el desarrollo en nuestro país y tenemos potencial geológico para ser exitosos, nosotros tenemos muchos cinturones o franjas mineralizadas de clase mundial en la cordillera andina”, señaló.
Sin embargo, “a pesar de contar con un extraordinario potencial geológico y una industria minera que lidera el crecimiento económico a nivel nacional y regional, el Perú no logra implementar un plan de largo plazo consensuado que le permita alcanzar un desarrollo sostenible, diversificado, equilibrado y justo”, afirmó.
Los recientes conflictos sociales que mantienen paralizada a Las Bambas y tuvieron paralizado por cerca de 2 meses a Cuajone (representantes del 20% de la producción de cobre en el Perú) han evidenciado, una vez más, la ausencia de gestión eficaz por parte del Estado.
“Hemos visto que el Estado ha fallado glamorosamente, cada vez peor a lo largo de toda nuestra historia republicana y cada vez sentimos que estamos tocando fondo”, refirió Cardozo.
Por ello, Cardozo sugirió que “como país nos toca evolucionar hacia una convivencia basada en la confianza para poder construir un crecimiento económico armónico, justo y sostenido, de esta forma podemos generar un país más atractivo y competitivo para la inversión al mismo tiempo que elevamos el nivel de vida de todos los peruanos”.