Un estudio reciente realizado por la consultora Criteria y Colbún ha revelado una visión optimista de los antofagastinos sobre el futuro de las energías renovables y la minería del litio. Según los resultados, un 23% y 25% de los encuestados esperan un crecimiento significativo en la generación de energía solar y eólica, así como en la minería del litio, en los próximos 10 años. Además, la generación de energía renovable es percibida como una de las principales actividades económicas futuras para la región.

La encuesta, realizada entre fines de agosto y principios de septiembre, incluyó a 630 participantes y fue presentada durante un conversatorio en el auditórium de las Ruinas de Huanchaca. En este evento participaron la seremi de Economía, Fomento y Turismo de la Región Antofagasta, María Teresa Véliz, el gerente de Proyectos Hidráulicos y Agua de Colbún, Carlos Briso, y el director ejecutivo del Parque Científico Tecnológico, Dr. Hernán Cáceres. El estudio, titulado “Un Horizonte para Antofagasta”, destaca el optimismo de los antofagastinos hacia el desarrollo de las energías renovables.

Carlos Briso, de Colbún, destacó que los resultados reflejan el creciente interés de la región por las energías renovables, lo que demuestra un compromiso con el desarrollo de una matriz energética más sostenible. Señaló que como empresa, Colbún está optimista respecto al despliegue de proyectos, como la ampliación del parque Horizonte, la subestación Llullaillaco y otros proyectos relacionados con hidrógeno verde. Estos proyectos tienen como objetivo consolidar a la región como un referente en energías limpias.

El estudio también reveló que las energías renovables, junto con la minería del litio, son vistas como las actividades con mayor potencial de crecimiento. Un 36% de los encuestados considera que la minería del litio será la principal actividad económica futura. Según Matías Chaparro, director de Asuntos Públicos de Criteria, los antofagastinos desean diversificar la matriz productiva de la región. Aunque siguen valorando la minería del cobre, ven un gran potencial en el crecimiento de la minería del litio y las energías renovables, las cuales también generan un fuerte sentido de orgullo regional.

En cuanto a la calidad de vida, los resultados muestran una percepción de nostalgia, ya que un 63% de los encuestados considera que la calidad de vida era mejor hace 10 años. Esta preocupación refleja un optimismo moderado hacia el futuro, con un 39% de los participantes anticipando un empeoramiento en la calidad de vida en los próximos años. Sin embargo, el crecimiento de las energías renovables podría ser una clave para mejorar las condiciones de vida y diversificar la economía local, lo que podría ayudar a contrarrestar estas percepciones negativas.

En cuanto a las oportunidades económicas, el estudio muestra una visión ambivalente. Aunque el 48% de los encuestados considera que las oportunidades eran mejores hace 10 años, un 37% se muestra optimista sobre las perspectivas de futuro. Hernán Cáceres, del Parque Científico Tecnológico, destacó que el estudio revela una visión proactiva sobre el desarrollo regional y el potencial de la región, lo que genera expectativas para seguir mejorando la calidad de vida y la innovación.

Por último, en el ámbito social, se reconocen avances en educación, salud e ingresos, pero persisten preocupaciones sobre el costo de vida, la seguridad y la contaminación. Un 75% de los encuestados prevé un aumento en el costo de vida y un 65% anticipa un incremento en la delincuencia. A pesar de estos desafíos, el estudio también mostró un optimismo moderado sobre la descentralización, con un 50% de los encuestados creyendo que la capacidad de la región para decidir su futuro de manera independiente de Santiago aumentará en los próximos 10 años.