Las empresas mineras deben obtener el consentimiento de los pueblos indígenas y de las comunidades afectadas a lo largo de la vida de una mina para las instalaciones de almacenamiento de residuos, o presas de relaves, tanto propuestas como existentes, según recomienda una coalición de grupos ecologistas en un informe publicado el martes.
Las organizaciones ecologistas sin ánimo de lucro Earthworks y MiningWatch Canada, que redactaron el informe Safety First junto con otros grupos, dijeron que esperan que las recomendaciones sean adoptadas por la gestión de los relaves mineros para la seguridad pública y medioambiental.
Los diques de estériles, que son terraplenes construidos cerca de las minas para almacenar los residuos mineros, pueden tener decenas de metros de altura y extenderse varios kilómetros.
Son el método de eliminación de residuos más habitual para los mineros, pero pueden ser peligrosos dependiendo del método de construcción y de otros muchos factores.
Una presa de relaves en la localidad brasileña de Brumadinho se derrumbó en 2019, matando a más de 250 personas en uno de los peores desastres mineros del mundo.
El informe recomienda que la gestión de los relaves debe garantizar un daño cero a las personas y debe haber tolerancia cero para las muertes humanas.
“Aunque el objetivo de la gestión de los residuos debe ser minimizar el daño medioambiental en todas partes, es especialmente importante limitar cualquier daño medioambiental al interior de la mina”, afirma el informe.
También recomienda que no se construyan nuevas instalaciones de residuos si el operador no puede garantizar la evacuación segura y oportuna de las comunidades de la zona.
Reuters