La minería en Perú se perfila como un motor clave para el crecimiento económico en 2025, impulsada por el repunte global de los precios de metales como el cobre y el oro. Este aumento en los precios está favoreciendo un mayor dinamismo en las exportaciones, una mejora en la recaudación tributaria, la reducción del déficit fiscal y un incremento de la inversión privada en el sector. Sin embargo, existen desafíos importantes para que la minería formal contribuya significativamente al desarrollo del país y cierre las brechas de infraestructura y servicios necesarios.
Hasta el 21 de marzo, los precios internacionales de los metales experimentaron un notable aumento. La onza de oro alcanzó los 3,025.50 dólares, lo que representó un crecimiento del 15.09% en lo que va del año. El cobre, por su parte, subió a 5,088 dólares, registrando un incremento del 27.73%. Otros metales como la plata y el estaño también vieron aumentos significativos, con crecimientos de 14.56% y 19.30%, respectivamente. Estas alzas son alentadoras para la economía peruana, pues fortalecen el sector minero y contribuyen a un panorama favorable para las exportaciones.
El cobre ha ganado terreno en los mercados internacionales, influenciado por las decisiones políticas de Estados Unidos, donde el presidente Donald Trump propuso aranceles sobre las importaciones del metal. Por otro lado, el oro, considerado un activo refugio, se ha valorizado debido a las tensiones geopolíticas y la expectativa de recortes en las tasas de interés por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos (FED). De acuerdo con las proyecciones, se espera que al cierre del 2025 el cobre alcance los 5.49 dólares la libra y el oro los 3,181 dólares la onza, lo que augura un panorama positivo para el sector minero en Perú.
El Departamento de Estudios Económicos de Scotiabank destacó que los términos de intercambio de Perú han mejorado considerablemente desde la llegada de la administración Trump. Estos mejores términos, caracterizados por altos precios de exportación y menores precios de importación, impactan positivamente en el crecimiento económico y en la reducción del déficit fiscal. Scotiabank también proyecta que el déficit fiscal disminuirá del 3.6% del Producto Bruto Interno (PBI) en 2024 a alrededor del 2.5% en 2025, aunque aún no se cumpliría la meta de un déficit del 2.2% del PBI.
A su vez, el BBVA Research proyectó que el déficit fiscal continuará disminuyendo este año gracias a los mayores ingresos provenientes de la minería, con un aumento en la recaudación del impuesto a la renta debido a la alza en los precios de los metales. También se están poniendo en marcha importantes proyectos mineros como la ampliación de Antamina, Tía María y Zafranal. Estas iniciativas no solo contribuirán al crecimiento económico, sino que también generarán un impacto directo en la creación de empleos y la inversión.
Por otro lado, el Banco Central de Reserva del Perú (BCR) proyectó que la inversión privada minera ascenderá a 5,450 millones de dólares, lo que representa un aumento del 7.3% respecto al año pasado. Este repunte en la inversión es crucial para recuperar los niveles de actividad minera previos, después de años de retrocesos. En cuanto a la balanza comercial, el BCR estima que las exportaciones de Perú alcanzarán los 82,309 millones de dólares en 2025, estableciendo nuevos récords en la actividad comercial exterior.
En cuanto a los proyectos mineros, el Ministerio de Energía y Minas (Minem) actualizó recientemente su cartera, pasando de 51 proyectos por un valor de 55,000 millones de dólares a 68 proyectos con una inversión estimada de 63,000 millones de dólares. Este aumento en la cartera de proyectos mineros resalta el potencial de crecimiento del sector y la importancia de una gestión eficiente para asegurar su ejecución exitosa.
A pesar del contexto positivo, la presidenta de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE), Julia Torreblanca, subrayó que el Perú sigue siendo un destino competitivo para la inversión minera, aunque enfrenta competencia con otros países. Destacó que el país sigue siendo uno de los principales productores mundiales de metales, como el cobre, zinc, plata y oro. Además, resaltó que el Perú posee el 10% de las reservas mundiales de cobre y el 22% de las de plata, lo que le otorga una ventaja geológica clave para la inversión minera.
La presidenta de la SNMPE también mencionó que el Perú debe seguir invirtiendo en proyectos de exploración minera, con una cartera de 644 millones de dólares en 75 proyectos. Este potencial geológico, combinado con el creciente interés por el cobre, un mineral clave para la transición energética mundial, reafirma el papel del Perú como un destino atractivo para la inversión en minería. Sin embargo, advirtió que es necesario mejorar la competitividad del sector y asegurar que los beneficios de la minería se distribuyan de manera justa, con una adecuada gestión de los recursos provenientes del canon minero.
Finalmente, Torreblanca destacó la necesidad de una agenda clara en cuanto a la competitividad y la optimización del uso de los recursos generados por la minería. Subrayó la importancia de abordar las restricciones en el uso del canon minero, que actualmente limita su aplicación solo a infraestructura, y abogó por un enfoque más integral que incluya servicios sociales. También mostró su apoyo a iniciativas como las obras por impuestos (OXI), que pueden contribuir al cierre de brechas en las regiones mineras y asegurar un desarrollo más equilibrado y sostenible.