El Perú cuenta con importantes reservas mineras en todo el territorio nacional, lo que lo convierte en uno de los principales productores de metales como oro, plata, cobre, plomo, zinc, hierro, entre otros. No obstante, la minería ilegal viene generando un impacto negativo en el aspecto ambiental, económico y también social.
Se entiende como minería ilegal a toda actividad minera ejercida en zonas prohibidas y que ocasiona efectos nocivos en el medio ambiente y en las personas involucradas como inseguridad y criminalidad en las zonas donde opera.
Según la Defensoría del Pueblo, este delito ocasiona que miles de niños, niñas, adolescentes y mujeres sean víctimas de explotación laboral, sexual y trata y que miles de personas trabajen sin derechos laborales y en condiciones de alto riesgo para su vida.
Por esto, aquí detallamos cuáles son los delitos relacionados con la minería ilegal, de acuerdo con el Observatorio Nacional de Política Criminal:
Trata de personas y otras formas de explotación
Uno de los delitos vinculados a la minería ilegal e informal es la trata de personas en sus distintas modalidades, entre ellas la explotación sexual y laboral. De acuerdo con el Ministerio del Ambiente, investigaciones han demostrado que, en zonas mineras, púberes y adolescentes son explotadas sexualmente en las cantinas llamadas localmente “prostibares”. Asimismo, según CHS Alternativo, la trata de personas se beneficia de las rutas migratorias entre regiones como, por ejemplo, entre Cusco y Madre de Dios, facilitada por la carretera Interoceánica.
Por otra parte, como parte de explotación laboral en el contexto de la minería ilegal también se encuentra el trabajo infantil forzado. Según la Organización Internacional de Trabajo (OIT), en el mundo, se estima que un millón de niños, niñas y adolescentes trabajan en la minería de pequeña escala, realizando labores como cavar, sumergirse en túneles y ríos inundados, carga pesada de mineral, entre otras actividades que ponen en peligro sus vidas.
Narcotráfico y tráfico ilícito de armas
Desde hace varios años se reporta que la minería ilegal comparte la misma ruta que el tráfico de armas, explosivos y drogas. Esta actividad aprovecha las deficiencias de fiscalización a la importación y exportación de mercaderías, así como al registro y control de armas.
Del mismo modo, el mercado negro y la violencia que existe alrededor también estimula la adquisición de armas por su bajo costo. Todas estas actividades facilitan la salida no controlada de bienes como el oro, perjudicando la economía nacional y estimulando la impunidad de los extractores ilegales.