El Directorio de Petroperú presentó su renuncia el pasado 10 de septiembre, señalando que el Gobierno no había tomado decisiones frente a la «insostenibilidad financiera» que atraviesa la empresa. Hoy se cumplen 22 días desde esa renuncia, y la situación sigue siendo incierta, ya que el premier Gustavo Adrianzén no ha cumplido su promesa. En una entrevista con RPP, mencionó que la próxima semana se revelarían los nombres de los nuevos miembros del Directorio, pero esto no ha sucedido.
Hasta el momento, no se han definido los perfiles que ocuparán los puestos vacantes en la empresa estatal. Fuentes bien informadas habían indicado que, aunque el Ejecutivo propuso la continuidad de los actuales miembros, la condición era mantener a todo el Directorio, incluyendo a Oliver Stark, quien había renunciado. Sin embargo, en las últimas horas, el Gobierno ha estado en contacto y ha propuesto el ingreso de Alejandro Narváez, expresidente de Petroperú, para reemplazar a Stark.
El 16 de septiembre, el ministro de Economía y Finanzas (MEF), José Arista, declaró a RPP que los tres miembros del Directorio designados por su ministerio expresaron interés en continuar. Horas después, Rómulo Mucho, actual ministro de Energía y Minas, mencionó en «Las Cosas como son» de RPP que esperaba que el 17 de septiembre se anunciaran los nuevos integrantes del Directorio tras su reunión con Arista.
No obstante, RPP pudo confirmar que algunos miembros del Directorio nombrados por el MEF aún no habían confirmado su continuidad, contradiciendo así las declaraciones del titular del MEF.
El 17 de septiembre, durante una conferencia en el Congreso, Arista sostuvo que los nombres del nuevo Directorio se definirían esa misma tarde. Sin embargo, la incertidumbre continuó.
El 19 de septiembre, el premier Adrianzén afirmó en Ampliación de Noticias de RPP que «la próxima semana se definirán los miembros del Directorio». Esta declaración, sin embargo, ha resultado en más dudas que certezas.
Para abordar la crisis financiera de Petroperú, el Gobierno aprobó un apoyo económico de hasta 750 millones de dólares, destinado a «medidas extraordinarias y urgentes» que permitan a la petrolera estatal superar su situación crítica. Esta disposición se formalizó mediante un decreto de urgencia publicado en el diario oficial El Peruano.
La calificadora internacional Fitch Ratings, en un comunicado oficial, señaló que «el último paquete de apoyo financiero del gobierno peruano para Petroperú es un paso positivo que evita que la empresa caiga en impago». Esto refleja la gravedad de la situación financiera de la empresa y la necesidad urgente de medidas efectivas.
En conclusión, el futuro de Petroperú sigue siendo incierto a medida que el Gobierno intenta estabilizar la situación, pero la falta de decisiones claras sobre el nuevo Directorio continúa generando preocupación entre los inversores y trabajadores de la empresa.