La canadiense Hudbay Minerals (TSX, NYSE: HBM) se ha anotado una pequeña pero importante victoria en Estados Unidos, después de que un juez de Arizona fallara a favor de la mina Copper World que la empresa tiene prevista.
La sentencia desestima un par de demandas presentadas por tres tribus indígenas americanas y una coalición de grupos ecologistas, que pretendían detener las obras en curso de Copper World.
Su intento se basaba en otra sentencia dictada a principios de este mes que impedía a Hudbay seguir adelante con el proyecto de cobre a cielo abierto Rosemont, de mayor envergadura y con un coste de 2,000 millones de dólares.
En su veredicto de 16 páginas, el juez de distrito James A. Soto dijo que las minas propuestas de Rosemont y Copper World en las montañas de Santa Rita, al sur de Tucson, no estaban legalmente relacionadas.
Esto significa que las tribus no obtienen la orden de restricción que solicitaron y que el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los Estados Unidos no tiene la obligación de incluir a Copper World como parte de una revisión obligatoria de Rosemont, que sigue paralizada por motivos medioambientales.
“Los demandantes han conseguido lo que querían: Rosemont ya no tiene el permiso”, escribió Soto. “En consecuencia, no queda ningún caso o controversia para que el tribunal decida”.
Hudbay ha decidido centrarse en el desarrollo inicial de Copper World, que se encuentra en terrenos privados y no en terrenos federales.
La empresa comenzó los primeros trabajos en abril, y las actividades iniciales de nivelación y desbroce continúan en el lugar.
Hudbay pretende completar una Evaluación Económica Preliminar (PEA) del proyecto de cobre en el segundo trimestre de este año, dijo en el comunicado.
El estudio incorporará un plan minero en dos fases, la primera de las cuales reflejará una operación independiente con infraestructura de procesamiento en los terrenos privados de Hudbay. La minería se llevará a cabo en partes de los depósitos situados en las reclamaciones patentadas.
Se espera que esta primera fase sólo necesite permisos estatales y locales y que refleje una vida minera de aproximadamente 15 años.
Necesidades de cobre
La segunda fase del plan ampliaría la vida productiva de la operación e incorporaría una expansión a tierras federales para explotar la totalidad de los yacimientos de Rosemont y Copper World.
Esta fase estaría sujeta al proceso de obtención de permisos federales.
El desarrollo de las minas de cobre se considera fundamental para la transición del mundo a una economía más ecológica, en la que los vehículos eléctricos (EVS) y las energías renovables ocuparán un lugar central.
Se espera que la demanda de cobre crezca en consecuencia, y los analistas advierten que la industria mundial necesita gastar más de 100,000 millones de dólares para construir minas capaces de cerrar lo que podría ser un déficit de suministro anual de 4,7 millones de toneladas para 2030.