A finales de abril, el Gobierno peruano oficializó la creación de la Reserva Nacional Mar Tropical de Grau, que tendrá cuatro sectores marinos protegidos. Si bien este espacio gozó de respaldo del Ejecutivo, Perupetro había manifestado su oposición a la propuesta el año pasado, debido a que se superpone a cuatro lotes petroleros, lo que generaría perjuicios económicos y fiscales al país.
La entidad dependiente del Ministerio de Energía y Minas (Minem), a través de un informe técnico legal, advirtió que la reserva natural de Grau se superpone a los lotes LXXXVI, Z-2b, Z-69, y Z-6.
Según Perupetro con la reserva, se paralizaría el desarrollo de inversiones por US$ 2,800 millones en exploración y producción de hidrocarburos, aparte se perderían US$ 1,714 millones en regalías al Estado.
Ante esta situación, Juan Carlos Castro, titular del Ministerio del Ambiente (Minam), aclara para Gestión el panorama en Piura y Tumbes. Aparte, contesta a la demanda que la Sociedad Nacional de Pesquería (SNP) ha presentado sobre otra reserva natural: Paracas.
Explotación responsable
A pesar de la oposición largamente desarrollada por Perupetro, Castro asegura que la aprobación de la reserva en Grau fue dada solo con el respaldo del Minem en dicha materia.
“Tomó 14 años gestar la reserva. Para aprobarla, pasó por una opinión del Minem, especialmente del viceministerio de Hidrocarburos. Es cierto que hubo una larga conversación con el Minem para llegar a un punto de equilibrio”, señala el ministro.
Parte del acuerdo, continúa Castro, apunta a que el Minam, a través del Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp), respetara todo derecho adquirido en los cuatro lotes petroleros en torno a la reserva natural en el norte.
Aparte, indica que una vez venzan las concesiones actuales, Perupetro podrá volver a licitarlas sin problema. Esto incluye aquellas actualmente adjudicadas y las que queden por entregar en la zona de la reserva.
“Todos los derechos que hoy están vigentes se respetan y se sujetan a la normativa ambiental que hoy es vigente. Los lotes que están ahí, pero todavía no están concesionados también y los que están superpuestos se respetarán cuando tengan una concesión”, explica.
Lo que también garantiza el ministro es que ello no es una licencia libre para la explotación de hidrocarburos. Castro recalca que el hecho de hacer actividades extractivas en áreas protegidas es una exigencia extra para una empresa en materia ambiental.
“Las reglas para el manejo de un área protegida son compatibles con el sistema de evaluación de impacto ambiental. Te pone reglas y será mas exigente porque tu control ambiental debe ser más fino”, refiere.
Según Castro, es una posición “extrema” también pensar que en las áreas protegidas no se puede hacer ninguna actividad extractiva. De hecho, recalca que actualmente ya existen reservas naturales donde esto ocurre. Una es el el Parque Nacional del Huascarán, que tiene 72 concesiones mineras dentro, señala.
El otro ejemplo que señala el ministro también está vinculado a hidrocarburos. Se trata de la Reserva Nacional Pacaya Samiria, donde opera hoy Petrotal.
“Su base está fuera, pero el petróleo que extraen viene de dentro del área protegida. Debe respetar todas las normas ambientales más las normas estrictas de la reserva, aportar con fondos para el control y recuperación ambiental, y beneficio de comunidades. Eso es lo que generará en el futuro con las empresas que están entre Piura y Tumbes”, asegura.
Paracas podría seguir a Grau
A inicios de año, la SNP presentó una demanda de acción popular contra el Sernanp y el Minam para que se permita la pesca industrial en zonas protegidas, como la Reserva Nacional de Paracas. En concreto, buscan que se habilite la pesca de anchoveta en esta área del litoral peruano.
El caso hoy está en manos de la Corte Superior de Justicia de Lima. El último jueves, esta instancia del Poder Judicial dejó al voto la resolución de esta controversia.
Según dijo en su momento Eduardo Ferreyros, presidente de la SNP, lo que solicitan no serían nuevo, ya que la pesca industrial habría existido en Paracas previo a 1975, cuando se creó su reserva natural.
“La limitación impuesta a la pesca industrial no tiene sustento y se ha establecido vulnerando las competencias del sector producción, ya que carece de la opinión del Imarpe y del ministerio”, señaló también el líder gremial.
Al respecto, el titular del Minam manifesta que se ha comunicado personalmente con Ferreyros y le ha indicado que, si demuestra sus afirmaciones, la cartera cederá ante su solicitud.
“A la SNP le toca demostrar al Minam y al Sernanp, con documentos y autorizaciones del Ministerio de Pesquería de ese entonces, que hacían pesca industrial. El jefe de Sernanp ya sabe que, de hacerlo, según la ley de las áreas protegidas, todos los derechos que se tenían antes de la creación, deben respetarse”, apunta Castro.
Si bien esto lo resolverá finalmente el Poder Judicial, el ministro de Ambiente cuestiona el ‘timing’ con el que la SNP ha presentado su queja.
“Yo he sido jefe de áreas protegidas. Cuando iba a Paracas, hasta donde recuerdo, siempre se hablaba de pesca artesanal, nunca de industrial. Produce señala que dentro de las cinco millas se puede hacer pesca artesanal y Paracas está en ese rango”, recalca el ministro.