El Servicio Nacional de Certificación Ambiental para las Inversiones Sostenibles (Senace) ha otorgado la conformidad al primer Informe Técnico Sustentatorio (ITS) de la Tercera Modificación del Estudio de Impacto Ambiental (MEIA) de la Unidad de Producción Tantahuatay, ubicada en Cajamarca. El informe fue presentado por Coimolache, una empresa afiliada y gerenciada por Buenaventura, con el objetivo de realizar variaciones en los componentes principales de su operación minera.

Según la resolución del Senace, las modificaciones propuestas implican la generación de impactos ambientales negativos no significativos, los cuales están acompañados de medidas para su prevención, control y mitigación. Este avance representa un paso importante en los planes de la empresa para optimizar la explotación de un depósito epitermal de oro y plata en óxidos, con un importante compromiso de inversión.

Una de las principales modificaciones consiste en la ampliación de la zona noroeste del Tajo Tantahuatay en 3.51 hectáreas (ha), mientras que la zona sur se reducirá en 4.48 ha debido a que la ley de dicha área es baja y no resulta económicamente viable. En contraste, el sector noroeste presenta una mejor ley de mineral. Como parte de esta reconfiguración, también se implementará una extensión del sistema de manejo de agua para la operación.

Además, Coimolache busca incrementar en un 10.39% el Tajo Mirador, ampliando su área de 65.52 ha a 72.39 ha, ya que se han identificado sectores con ley económicamente rentable. Este incremento también incluye la implementación de un sistema de manejo de agua para la nueva área. Asimismo, se ampliará en 5.93 ha la Fase 8 y se reforzará la berma perimetral.

La minera también propone modificaciones en el PAD de Lixiviación Tantahuatay, que incluyen la reubicación de la estación de rebombeo y la actualización del proceso en la planta de procesos para considerar la comercialización del subproducto mercurio. Estas modificaciones, que comprenden ampliaciones, mejoras tecnológicas y la incorporación de componentes auxiliares, forman parte de un plan integral de mejora de la operación.

El cronograma del proyecto establece que la etapa de construcción tomará seis años, seguida de ocho años de operación, en los cuales los dos últimos estarán dedicados al proceso de lavado y relixiviación de los pads de lixiviación. Además, se prevé una fase de cierre de seis años y una fase de post-cierre de cinco años. La inversión estimada para la implementación de estas modificaciones supera los US$25.9 millones.

Finalmente, tras obtener la conformidad del Senace, Coimolache deberá informar a la población de la zona de influencia social sobre la aprobación otorgada al ITS antes de proceder con la ejecución de los proyectos modificados.