China ha incrementado notablemente su producción de litio, inundando el mercado global y provocando una caída «predatoria» de los precios con el fin de eliminar a sus competidores. Según José Fernández, subsecretario para el crecimiento económico, energía y medio ambiente del Departamento de Estado de EE. UU., esto forma parte de una estrategia deliberada de China para debilitar proyectos rivales en la cadena de suministro del litio, mientras EE. UU. busca atraer inversiones masivas a través de la Ley de Reducción de la Inflación (IRA).
La Ley de Reducción de la Inflación, el mayor paquete de inversión en energía y clima en la historia de EE. UU., con un valor de más de 400 mil millones de dólares, tiene como objetivo diversificar y fortalecer la cadena de suministro de minerales críticos. Sin embargo, la producción masiva de litio por parte de China ha llevado a una caída de precios superior al 80% en el último año, afectando tanto a productores europeos como a las propias empresas chinas.
China controla alrededor de dos tercios de la producción mundial de químicos de litio, fundamentales para tecnologías de baterías, especialmente en vehículos eléctricos. La caída en los precios del litio se ha atribuido principalmente a la sobreproducción y una disminución en la demanda de vehículos eléctricos. Esta situación no solo ha perjudicado a competidores internacionales, sino también a gigantes chinos como CATL, que ha tenido que suspender la producción en algunas minas debido a la inviabilidad económica.
En Europa, este escenario complica los esfuerzos para reducir la dependencia de importaciones de China, especialmente en lo que respecta a materiales clave para la transición verde. Portugal, que posee aproximadamente 60,000 toneladas de reservas de litio, se enfrenta a un freno en el desarrollo de su industria minera debido a la caída de precios. Aunque es el mayor productor de litio en Europa, el mineral se ha utilizado históricamente en la fabricación de cerámicas. Con el aumento de la demanda de baterías, el país busca posicionarse en toda la cadena de valor, desde la extracción hasta el reciclaje.
Los precios bajos actuales limitan la capacidad de muchos productores para atraer inversiones y expandir sus operaciones. En este contexto, las empresas mineras de litio en Portugal están buscando financiamiento y acuerdos con clientes y proveedores para avanzar en sus proyectos. Fernández destacó la necesidad de apoyar a estas empresas, que atraviesan una «fase difícil» debido a la política de precios bajos impuesta por China.
La respuesta de China ha sido activa. En junio, el primer ministro chino, Li Qiang, defendió a las empresas chinas en el Foro Económico Mundial, refutando las acusaciones de EE. UU. y la UE sobre subsidios injustos. No obstante, las tensiones comerciales siguen en aumento, con la Unión Europea anunciando aranceles significativos a los vehículos eléctricos fabricados en China. En respuesta, China implementó medidas antidumping temporales a las importaciones de brandy de la UE.
Con la guerra comercial entre China y las economías occidentales en aumento, las industrias del litio en Europa, América y otros mercados emergentes se encuentran en una encrucijada. Los precios actuales del litio dificultan la viabilidad de proyectos iniciales y en desarrollo, como los de Portugal y otras naciones europeas que buscan aprovechar sus recursos naturales para una transición verde autónoma. Expertos sugieren que la clave para enfrentar este desafío radica en diversificar la cadena de suministro y en políticas de apoyo que promuevan la inversión en la industria del litio fuera de China.
A pesar de las dificultades actuales, algunos analistas ven oportunidades para que países europeos y de otras regiones desarrollen una industria de litio más resiliente y menos dependiente del mercado dominado por China. Aunque los desafíos son evidentes, el creciente interés por una transición energética más verde y la expansión de la movilidad eléctrica sugieren que la demanda de litio seguirá en aumento a largo plazo. La incógnita será si los productores globales, tanto en Portugal como en otros mercados, podrán resistir la fase de precios bajos para aprovechar el próximo auge del litio.