El Ministerio de Recursos Naturales y la Oficina Geológica de China anunciaron el reciente descubrimiento de una gran reserva de cobre en el altiplano tibetano, que asciende a 20 millones de toneladas. La información fue compartida este lunes por la cadena estatal CCTV.
El hallazgo incluye cuatro grandes bases de recursos de cobre, denominadas Yulong, Duolong, Julong-Jiama y Xiongcun-Zhuno, todas ubicadas en el conocido como ‘techo del mundo’, una vasta región situada al oeste de China.
Los expertos sugieren que la cantidad total de cobre que se podría encontrar en la zona podría llegar hasta los 150 millones de toneladas, lo que posicionaría al altiplano tibetano, también conocido como la meseta Qinghai-Tíbet, como un futuro centro global de recursos de cobre, según informó el medio oficial.
Tang Juxing, miembro de la Academia de Ingeniería de China, comentó que este descubrimiento es de gran importancia estratégica, dado el papel clave del cobre en el desarrollo y uso de energías renovables. Resaltó la creciente demanda de cobre para tecnologías como la energía solar, eólica terrestre y marina, así como para la fabricación de vehículos eléctricos.
Además, Tang destacó que el aumento de las reservas de cobre en China fortalecería la cadena de suministro del país y contribuiría a garantizar la sostenibilidad de su industria del cobre en el futuro.
Las autoridades chinas indicaron que continuarán con los esfuerzos de exploración en la región, utilizando tecnologías avanzadas y desarrollando proyectos estratégicos para maximizar el aprovechamiento de este importante recurso.
La meseta Qinghai-Tíbet, también conocida como el ‘Tercer Polo’, ha ganado relevancia económica en los últimos años debido a sus vastas reservas minerales y recursos energéticos. Con un tamaño similar al de Argentina, se ha convertido en una región clave para la industria minera y energética.
El año pasado, China aprobó una ley de protección medioambiental para la meseta, que es la más grande del mundo. Esta legislación limita y, en algunos casos, prohíbe actividades de construcción y minería en la zona para preservar sus delicados ecosistemas.
El agua helada almacenada en el altiplano tibetano también alimenta importantes ríos como el Ganges, el Indo, el Mekong, el Yangtzé y el Amarillo, proporcionando recursos hídricos esenciales para cientos de millones de personas en Asia, utilizados para el consumo, la energía y el riego agrícola.