El precio del litio en los mercados internacionales ha caído drásticamente en los últimos dos años, pasando de 70,000 dólares la tonelada a solo 10,000, lo que podría tener repercusiones para Perú.
Este descenso en el precio se atribuye, según Rafael Weber, analista de Capitaria, a un exceso de oferta combinado con una demanda más baja de lo esperado, especialmente en el mercado chino. Las proyecciones optimistas sobre las ventas de autos eléctricos no se han cumplido, lo que ha llevado a un desbalance en el mercado y a una drástica caída en los precios.
Chile y Argentina son los países sudamericanos que ya cuentan con empresas que extraen litio, y se anticipa que enfrentará desafíos económicos. Weber señala que en Chile, la disminución de los precios afectará los ingresos fiscales y las finanzas de las empresas mineras, mientras que en Argentina algunos proyectos mineros han tenido que suspender o reprogramar sus operaciones debido a problemas financieros.
A pesar de estos desafíos, el futuro del litio podría ser más positivo, ya que se espera una recuperación a largo plazo impulsada por la creciente demanda de vehículos eléctricos. Sin embargo, para que esto suceda, es necesario absorber el exceso de oferta actual, lo que podría tardar varios años y depender de la evolución de la industria automotriz eléctrica.
Se prevé que hacia finales de año haya una leve estabilización o recuperación en los precios del litio, aunque todavía estarán bajo presión debido a la desaceleración de la demanda en mercados clave y el exceso de oferta mencionado.
Para Perú, el principal impacto podría radicar en el interés de los inversionistas hacia proyectos de litio, que aún no han comenzado a operar. Aunque el país todavía no produce litio, la caída en los precios podría afectar indirectamente su viabilidad y rentabilidad.
Esto podría resultar en una reducción del interés de los inversionistas y desacelerar el desarrollo de operaciones en el sector del litio en Perú, según lo indicado por el vocero de Capitaria.