Mark Bristow, CEO de Barrick Gold, se mantiene optimista respecto a las negociaciones con el gobierno de Malí para la implementación de un nuevo código minero en el proyecto Loulo-Gounkoto, uno de los más importantes en África. Las conversaciones entre Barrick y las autoridades malienes han sido prolongadas durante varios meses, en un contexto en el que el gobierno busca aumentar sus ingresos a través de una mayor participación en los beneficios de las actividades mineras.
Este nuevo código minero propuesto tiene como objetivo otorgar al gobierno maliense el 55% de los beneficios económicos derivados de las operaciones de Loulo-Gounkoto. Bristow destacó que esta estructura es similar al acuerdo alcanzado por Barrick en Tanzania, basado en una asociación público-privada. La propuesta refleja el compromiso de Barrick con el desarrollo económico de Malí, mientras asegura la viabilidad a largo plazo del proyecto.
Además de la nueva estructura de beneficios, las negociaciones incluyen una revisión de los impuestos pendientes, que Malí estima en $500 millones. Aunque Bristow evitó hacer comentarios sobre esta cifra específica, subrayó que el objetivo de Barrick es proteger el valor a largo plazo de la mina. Según el CEO de Barrick, el aumento de los costos operativos podría afectar la vida útil del proyecto, lo que impactaría también en los ingresos futuros para el país.
El complejo minero Loulo-Gounkoto es crucial tanto para Barrick como para la economía de Malí. En 2023, la mina produjo 683,000 onzas de oro, y para 2024 se espera que alcance su proyección de producción, estimada en 560,000 onzas. Con reservas actuales de 6.7 millones de onzas y un recurso medido e indicado de 9.1 millones, Loulo-Gounkoto es una de las principales fuentes de ingresos para Barrick en África.
Malí, uno de los países más dependientes de la minería en la región, se beneficiaría considerablemente de una mayor participación en los beneficios de Loulo-Gounkoto. Con la asignación de un 55% de esos beneficios, Barrick permitiría que Malí genere mayores ingresos para su economía, sin que el país asuma riesgos financieros adicionales. Según Bristow, Barrick continuará asumiendo estos riesgos, demostrando su compromiso con la estabilidad del proyecto y el bienestar del país.
A pesar de los avances en Malí, Barrick enfrenta retos en otras regiones, como en sus operaciones de Nevada, EE. UU. Durante el tercer trimestre de 2024, la producción de oro en Nevada Gold Mines cayó a 385,000 onzas, frente a las 401,000 onzas del trimestre anterior. Además, los costos sostenidos para el oro (AISC) aumentaron a $1,507 por onza, comparado con los $1,255 de hace un año. Este incremento refleja tanto desafíos operativos en Nevada como el impacto de los precios más altos de insumos clave.
No obstante, Barrick confía en mejorar su producción en el cuarto trimestre de 2024, con el objetivo de alcanzar su meta anual de producción de entre 3.9 y 4.3 millones de onzas de oro. Esta confianza se basa en las mejoras operativas implementadas para reducir costos y aumentar la eficiencia en sus operaciones de Nevada y otras regiones.
El acuerdo con Malí es crucial para Barrick, ya que consolidaría a la compañía como un socio clave en África, donde la minería de oro es un pilar económico para varios países. Al otorgar un mayor porcentaje de los beneficios de Loulo-Gounkoto al gobierno maliense, Barrick busca fortalecer una relación de beneficio mutuo y reafirmar su compromiso con el desarrollo económico de Malí. Esta estrategia refleja una tendencia global de las empresas mineras a reconsiderar sus modelos de distribución de beneficios, especialmente en países ricos en recursos naturales pero con economías en desarrollo, en un contexto de creciente énfasis en la responsabilidad social.