- Ojo seco y nistagmus (movimiento involuntario del ojo) son enfermedades frecuentes en los mineros.
La actividad minera se ha cuadruplicado en los últimos 20 años, llegando a aportar el 12% del PBI nacional. Según el Ministerio de Energía y Minas (Minem), el empleo directo que ha generado este sector, incluyendo también empresas contratistas y conexas, alcanzó la cifra récord de 237,858 durante el primer trimestre del 2022, superando en un 4.5% al promedio anual del 2021. Sin embargo, el polvo, el clima seco y las bajas condiciones de iluminación a los que están expuestos los trabajadores de esta industria pueden traerles problemas en su visión.
Las minas, sean subterráneas o a tajo abierto, se encuentran, por lo general, en altura, lo que ocasiona una baja humedad en el ambiente. Esta situación, sumada al polvo dispersado debido a la explotación de minerales, causa una disminución en la cantidad de lágrimas y una baja calidad en las mismas, pudiendo provocar ojo seco. Si la enfermedad evoluciona, podría haber cuadros infecciosos severos.
“De no tratarse el ojo seco, se podría producir una conjuntivitis irritativa, causando enrojecimiento de los ojos, sensación de un cuerpo extraño, fotofobia, entre otros síntomas. Si esto avanza, puede llegar hasta una queratitis, donde se corra el riesgo de perder calidad de visión, o a una endoftalmitis, que es una infección dentro del globo ocular, lo cual podría terminar en una ceguera. Pero, estos son casos extremos”, indica el Dr. Gerardo Arana, socio fundador de Oftálmica Clínica de la Visión, centro que destaca por su ética, precisión y trato humano.
Para prevenir estas complicaciones, el experto no solo recomienda el uso permanente de lágrimas artificiales prescritas por oftalmólogos, sino que enfatiza la necesidad de contar con los lentes de protección adecuados. “Entre el lente protector y los ojos, se crea una microatmósfera. Por eso, es importante que usen un protector con filtros para que ingrese aire nuevo. Además, esto evitará la llegada de polvo a los ojos. De lo contrario, habrá sequedad e irritación en el tejido ocular”, advierte.
Baja iluminación causaría movimientos involuntarios en los ojos
Ni el ojo ni el cerebro están preparados para permanecer por mucho tiempo en lugares con poca iluminación, pues esto causa agotamiento visual. “En ambientes muy oscuros, como las minas subterráneas, el ojo comienza a moverse para buscar más fuentes de luz. Al no encontrarlas, se producen movimientos involuntarios llamados nistagmus”, señala el especialista de Oftálmica Clínica de la Visión.
El Dr. Arana también enfatiza que esta enfermedad no va a causar deficiencias visuales, sino que requiere reposo. “No se va a dañar el ojo, sino que se debe buscar luz y descansar la visión; ya que, si se continúa haciendo las mismas actividades con regularidad, van a tener nistagmus con mayor frecuencia”.