Recientemente, un informe de The Copper Mark refleja que más del 20% de la producción mundial de cobre extraído proviene de sitios donde se desarrollan prácticas mineras responsables y sostenibles.
Esta cifra se condice con la cantidad de operaciones que actualmente ostentan el sello de esta organización. De hecho, recientemente, cinco nuevas operaciones comenzaron a formar parte de la certificación de desarrollo y producción sostenible del mineral rojo. Por ejemplo, la última en obtenerla es la mina Antucoya, propiedad de Antofagasta Minerals.
Mientras que, entre las restantes tenemos a las minas Mantos Blancos y Mantoverde, propiedad de Capstone Copper; así como el sitio Olen NV, de Aurubis, y la Compañía Minera Condestable, de Southern Peaks Mining; lo que eleva a 42 el total de sitios participantes, según afirma The Copper Mark.
Para John MacKenzie, director ejecutivo de Capstone Copper, el periodo de transición energética, exige a la industria del cobre una producción más sostenible. “El cobre es esencial para un futuro con bajas emisiones de carbono; por lo que nos corresponde asegurarnos de suministrar este recurso natural crítico de la manera más sostenible posible”, afirma.
The Copper Mark y sus criterios de evaluación
Justamente la organización entrega su certificado a aquellas mineras que cumplen con una serie de parámetros de sostenibilidad. En sí, la evaluación se basa en el cumplimiento de 32 criterios de sustentabilidad.
Entre ellos, The Copper Mark evalúa criterios relacionados con las emisiones de gases de efecto invernadero, salud y seguridad; así como gestión de relaves, biodiversidad, integridad empresarial, igualdad de género y derechos humanos.
Y una vez que pasan la evaluación de manera exitosa, la organización realiza otra de seguimiento cada tres años. De modo que se puede verificar que se continúa con el cumplimiento de prácticas sostenibles.
“Los nuevos compromisos son indicativos de una tendencia más amplia que estamos viendo de parte de los productores y clientes de cobre que reconocen cada vez más la importancia de desarrollar prácticas de producción más responsables”, dijo Michele Brülhart, directora ejecutiva de Copper Mark.