Los bloqueos que constantemente se dan en el Corredor Minero del Sur y que, en los últimos meses, se han intensificado, afectan a más de 200 empresas del distrito de Challhuahuacho, cuyas actividades o servicios están relacionados con la operación de Minera Las Bambas.
Así lo indicó el presidente de la Cámara de Comercio de Apurímac, Edward Palacios, quien sostuvo que los constantes bloqueos que se dan en las comunidades que son parte de la ruta de salida de mineral, originan que el yacimiento trabaje a una menor capacidad, lo que impacta negativamente en todos aquellos comercios que dotan de servicios y, en algunos casos, materias primas a la mina.
Muchos de estos empresarios -dijo-, al evidenciar la contracción en la demanda de sus negocios, optan por detener sus procesos.
“Si bien hay una cadena de proveedores, es muy importante también el encadenamiento comercial que genera la minería en Apurímac. Solo en Challhuahuacho, que es uno de los distritos en donde se ubica la minera, más de 200 empresarios dependen de esta actividad; estamos hablando de proveedores de servicios y también de insumos”, afirmó.
Ayer comunidades del sur de Espinar (Cusco), bloquearon nuevamente el camino a la mina de cobre, apenas días después de que Las Bambas reanudara sus envíos de material semiprocesado al puerto. La semana pasada manifestantes de la comunidad de Urinsaya, en Espinar (Cusco), dieron una tregua de 30 días al bloqueo de carretera.
Sectores
Edward Palacios indicó que parte importante de los negocios perjudicados cuando se realizan estos bloqueos son restaurantes, hospedajes y hostales. A este grupo se unen empresas que dotan de combustible a la mina, así como los que brindan servicios de maquinaria, anotó.
“Muchos empresarios han manifestado su preocupación, sobre todo por los pagos de algunos créditos que sacaron de las entidades financieras”, sostuvo.
El representante indicó que cada vez que la minera paraliza labores, se estima una pérdida diaria de S/ 1 millón 200 mil para la región, teniendo en cuenta que esta actividad representa el 75% del PBI de Apurímac.
Mayumi García – Gestión