“Para que haya estabilidad, especialmente en el frente político, tiene que haber una selección de ministros de Estado que pueda contribuir a que el Poder Ejecutivo actúe armónicamente, generando esa confianza que tanto se necesita”, sostiene.
Los constantes cambios ministeriales y de funcionarios, las contrataciones de personas no capacitadas para cargos en el sector público y la incertidumbre política, entre otros problemas, componen la lista de aspectos que preocupan al sector minero y al sector privado en general. Así lo comenta el empresario Roque Benavides, pocos días después de que el gabinete de Aníbal Torres recibiera el voto de confianza.
El gabinete de Aníbal Torres ha recibido el voto de confianza del Congreso hace unos días. ¿Qué opinión tiene sobre el nuevo gabinete?
Es el cuarto gabinete en ocho meses. Es algo que nos tiene que llevar a la reflexión por la inestabilidad. Y se genera inestabilidad especialmente en los funcionarios públicos, en esos funcionarios esforzados. Es frustrante el cambio de ministros, como sucede en el caso del sector Energía y Minas (van cuatro) y tantos otros. Pienso que el gabinete se presentó un poco negociando para que haya esta confianza y, por lo demás, es una figura que, sinceramente, no sé si se da en otros países, pero realmente desgasta mucho tanto al Congreso como al Ejecutivo.
En cuanto al Ministerio de Energía y Minas, varios critican que este comience a verse como una agencia de empleos por estar contratando a personas no capacitadas para los cargos que asumen. ¿Cómo repercute esto en la percepción del inversionista del sector?
No cabe la menor duda de que en este Gobierno hay ministerios que están asignados a distintos sectores y que el Ministerio de Energía y Minas está asignado al señor Cerrón y a su partido político. Es clarísimo. La injerencia de Perú Libre en el Ministerio de Energía y Minas es algo obvio. Y lo más grave es que no solamente ha habido cambios de ministros, sino que ha habido muchos cambios en los funcionarios. Ellos han estado muchos años y han cumplido con darle estabilidad al Ministerio de Energía y Minas, estabilidad que necesita por el solo hecho de que la industria minera y la petrolera son inversiones de larguísimo plazo y, en ese sentido, debemos tener mucho cuidado en proteger a nuestros profesionales en el sector público.
El panorama para la inversión minera no ha sido positivo en los últimos años, y en ese sentido, ¿qué se espera de 2022 y qué necesitamos para atraer más inversión?
Es evidente que lo que necesitamos es un ministerio que sea más eficiente, que tenga mejor gestión, que la ‘permisología’ se reduzca para que pueda haber permisos para la exploración, para la construcción, para la explotación; que sean mucho más ágiles y que eso que pueda contribuir a la reactivación económica.
¿Y cuando hablamos de proyectos, cuáles deberían priorizarse?
De acuerdo con el mismo Ministerio de Energía y Minas, existen US$53,000 millones en proyectos mineros que podrían ejecutarse, la mayoría de esos proyectos son de cobre y el precio del cobre ha llegado a su pico más alto, producto no solamente de la inestabilidad internacional, de la guerra entre Rusia y Ucrania, sino porque el cobre ha pasado a ser el metal del medio ambiente. Es el metal que se utiliza en las energías alternativas, la energía solar, la energía eólica y también porque la tendencia apunta a los carros eléctricos (…). Es el metal del futuro y el Perú es el que tiene más proyectos de cobre en el mundo. Tenemos más que Chile, Canadá o Australia. Podríamos mencionar en el sur a Tía María, Zafranal; en el norte, Michiquillay y los sulfuros de Yanacocha, La Zanja y Tantahuatay. ¿Y por qué no decir La Granja y Cañariaco? Todo eso tendría un impacto muy positivo en el norte, en la región Cajamarca, en la región Lambayeque.
¿Cree que hay riesgo de que la mala gestión de conflictos sociales, como sucedió en un inicio con Las Bambas, se repita? Lo pregunto porque PetroTal, la operadora del Lote 95 (Loreto), ya tiene tiempo pidiendo que se atiendan reclamos de la población de la zona de impacto…
En el tema de conflictividad social hay una responsabilidad compartida entre el Estado, la comunidad y el sector privado. Y, en ese sentido, el Estado no puede estar ausente de la solución de los problemas. Muchas veces se identifica como si fuera un conflicto entre la empresa y la comunidad, y quien está llamado a ser el fiel de la balanza es el Estado, que no participa en la solución de sus problemas. Muchas comunidades critican que hay actividad económica, petrolera, minera y que no ven reflejado en su bienestar el hecho de que estas actividades se desarrollen. ¿Y a quién le corresponde hacer las inversiones para que haya ese bienestar? Pues al Estado. ¿A quién le corresponde tratar de solucionar y ser el nexo para solucionar la conflictividad que pueda haber? Al Estado.
Las expectativas empresariales a 12 meses se están deteriorando. La última encuesta del Banco Central de Reserva, de febrero, nos muestra eso. ¿Qué aspectos son prioritarios de atender para evitar que la situación empeore?
La inversión, que es fundamental para la reactivación económica, para la creación del empleo, requiere estabilidad política y económica. ¿Qué estabilidad política tenemos con cuatro gabinetes? Y no es que hayan renunciado porque el Congreso de la República los ha mandado a su casa, sino porque han tenido que renunciar producto de las crisis que se ha tenido. O la inestabilidad económica (que hubo) cuando el señor Pedro Francke hablaba del cambio de la tributación, cuando no tenía ningún sentido. Yo destaco la posición del señor presidente del Banco Central de Reserva (Julio Velarde) en sus declaraciones, en donde, en el fondo, lo que él pide es que haya mucha mayor estabilidad, y esta es la que va a permitir que haya más inversión. Para que haya esa estabilidad, especialmente en el frente político, creo que tiene que haber una selección de personal, de ministros de Estado, que sea mucho mejor y que pueda contribuir a que el Poder Ejecutivo actúe armónicamente, generando esa confianza que tanto se necesita.
Y con respecto al ministro de Economía, Oscar Graham, ¿a usted le genera mayor confianza que él esté en el cargo?
No tengo el gusto de conocer al señor Graham, pero, por referencias de personas que me merecen absoluta confianza, se trata de una persona muy competente, no tiene las ideologías que tenía el señor Francke y que evidentemente no contribuía a generar un ambiente de confianza. El señor Graham tiene muy buena formación, ha trabajado muchos años en el Ministerio de Economía y Finanzas y ha trabajado en el Banco Central de Reserva, que es un baluarte de la estabilidad macroeconómica en nuestro país y la verdad es que tengo mejores expectativas con el señor Graham, que lo que hemos tenido hasta ahora. Yo espero que el Ministerio de Economía y Finanzas mantenga esa estabilidad, que es fundamental para la economía nacional.
¿Y a usted como empresario minero le preocupa cómo es que el conflicto entre Rusia y Ucrania pueda afectar a la minería peruana? Porque hay varios factores a considerar, como el alza del crudo o del precio de los metales. El cobre ya se venía apreciando, pero recientemente el oro se ha apreciado bastante.
Preocupa por la inestabilidad de precios, que, así como suben, bajan. Tengamos mucha precaución en eso; creo que lo que deberíamos hacer nosotros es subirnos a la ola de esa subida de precios y poner en valor los proyectos que tenemos más a nuestro alcance. La entrada en producción de Quellaveco va a contribuir mucho a la producción de cobre, pero nos preocupa, por supuesto, el bloqueo de Cuajone y el bloqueo de Las Bambas, por ejemplo.
DATOS
- Roque Benavides es presidente de directorio de Compañía de Minas Buenaventura y también es decano del Consejo Departamental de Lima del Colegio de Ingenieros del Perú.
- Benavides es ingeniero civil por la Pontificia Universidad Católica del Perú, tiene un MBA por el Henley Management College, Reading University (Reino Unido), y ha llevado programas de gestión y negocios en las universidades de Harvard y Oxford.
- Ha formado parte del directorio de varias empresas peruanas y ha sido presidente de la Confederación Nacional de Instituciones Empresariales Privadas (Confiep).
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