La guerra comercial desatada por el gobierno de Donald Trump ha generado una creciente incertidumbre en los mercados, lo que ha tenido un impacto negativo sobre el precio del cobre. En la jornada más reciente, la cotización de los contratos a futuro de cobre en la Bolsa de Productos de Nueva York (COMEX) experimentó una caída del 3.5%. El precio comenzó en US$4.25 por libra y cerró en aproximadamente US$4.10, lo que representa su nivel más bajo en los últimos cuatro meses.
Según Marco Contreras, jefe de investigación de Kallpa SAB, antes del 2 de abril, fecha en la que Trump anunció la imposición de aranceles a más de 100 países, el precio del cobre estaba por encima de los US$5 por libra. Esto refleja una caída de alrededor del 18% hasta la fecha. Contreras explicó que la reacción del mercado fue inicialmente neutral, pero a medida que avanzó la jornada y se confirmaron los nuevos aranceles del 104% contra China, el precio del cobre comenzó a desplomarse, alimentando el nerviosismo en los inversores.
En el mercado de transacciones al contado en la Bolsa de Londres, la cotización del cobre también experimentó un descenso significativo, cayendo un 11% desde los anuncios de Trump. El precio pasó de US$4.38 a US$3.91 por libra, reflejando el impacto de las tensiones comerciales en la industria minera. Este declive en los precios podría resultar en menores utilidades para las empresas mineras y una disminución de la recaudación fiscal del Estado, especialmente en el Impuesto a la Renta proveniente del sector.
El impacto de la guerra comercial sobre la economía peruana es considerable, ya que la caída en los precios del cobre va más allá de los aranceles directos establecidos por Trump, que superan el 10%. Alfredo Thorne, exministro de Economía, señaló que el precio del cobre suele ser un indicador anticipado de la situación económica global. En este caso, la caída del cobre es un reflejo de una desaceleración económica, que se confirma con otros indicadores como la bolsa de valores, que ha retrocedido más del 18% hasta la fecha.
Thorne advirtió que, aunque aún no se sabe si se avecina una recesión global, es probable que se produzca una desaceleración económica significativa, lo que afectará la economía peruana debido a su alta dependencia de factores externos, como el precio del cobre y el crecimiento global. Según Thorne, el 60% del Producto Bruto Interno (PBI) de Perú está vinculado a estos factores externos, lo que hace que la situación global sea un factor de gran preocupación para el futuro económico del país.