El cobre se ha consolidado como un recurso clave para la economía de Perú, con 60 concesiones mineras activas en diversas regiones como Moquegua, Arequipa y Áncash. En particular, proyectos estratégicos como Los Chancas, Michiquillay y Tía María, así como la expansión de la fundición de Ilo, están diseñados para reforzar la posición de Perú en el mercado global. Esto, en el contexto de la creciente demanda mundial impulsada por la transición energética, lo coloca como un actor fundamental en la economía de la región.
La transición energética global ha disparado la demanda de recursos esenciales, como el cobre, que se utiliza en la fabricación de vehículos eléctricos, paneles solares y turbinas eólicas. Este fenómeno está ayudando a consolidar a Sudamérica como un jugador clave en la producción de cobre, un mineral que se ha convertido en un componente esencial para los esfuerzos de sostenibilidad energética a nivel mundial, según el periodista Jordan Arce.
Conocido como el ‘nuevo petróleo’, el cobre ha aumentado su demanda debido a su capacidad para conducir electricidad de manera eficiente. Este metal se ha vuelto indispensable para las nuevas tecnologías, como los vehículos eléctricos, que requieren más cobre que los automóviles convencionales, y para la construcción de infraestructuras que permiten la transición hacia fuentes de energía más limpias. El FMI proyecta que la demanda global de cobre aumentará en un 66% entre 2020 y 2040, alcanzando los 39,1 millones de toneladas, lo que demuestra la necesidad de este mineral en un mundo cada vez más enfocado en la sostenibilidad.
En Sudamérica, los países productores de cobre se están posicionando como los principales actores a nivel mundial. Chile continúa liderando la producción mundial, con una proyección para 2034 que apunta a representar el 27,3% de la producción global. La expansión de operaciones existentes y la inversión en nuevos proyectos permitirán a Chile incrementar su producción a 6,07 millones de toneladas métricas para 2027. En paralelo, Perú, el segundo mayor productor de cobre, ha experimentado un crecimiento notable, alcanzando 246.568 toneladas métricas finas en agosto de 2024, un aumento del 10,7% en comparación con el año anterior.
Aunque Chile se mantiene como el mayor productor, se espera que hasta el 60% de la producción mundial de cobre provenga de Sudamérica, con nuevos países como Ecuador y Argentina desarrollando proyectos clave. Según Zetti Gavelán, vicepresidente del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú, esta tendencia reflejará el creciente impacto de la región en la oferta global del mineral, que jugará un papel crucial en la sostenibilidad energética de las próximas décadas.
China es, por otro lado, el mayor consumidor de cobre a nivel mundial. Además de su rol como principal consumidor, China también es uno de los mayores almacenistas de este metal. En marzo de 2024, las reservas globales de cobre alcanzaron un máximo de 491.000 toneladas métricas, con una gran parte de este material almacenado en inventarios chinos, según Bloomberg.
El cobre, un metal de transición de color rojo-anaranjado, es ampliamente utilizado en diversas industrias por sus excepcionales propiedades conductoras de electricidad y calor. Desde tiempos antiguos, ha sido un componente vital en la fabricación de herramientas y armas, y en la actualidad sigue siendo fundamental en la industria eléctrica y electrónica, consolidándose como un recurso clave a lo largo de la historia.