Vale, una de las mayores compañías mineras a nivel mundial, ha proyectado para 2025 una producción de hierro entre 325 y 335 millones de toneladas métricas anuales, un nivel similar al estimado para 2024 (323-330 millones de toneladas). Esta previsión destaca la estabilidad operativa que la empresa ha logrado en sus capacidades productivas. Además, Vale anticipa que para 2026 la producción de hierro alcanzará entre 340 y 360 millones de toneladas, con la intención de mantener este volumen al menos hasta 2030.
Dentro de sus planes estratégicos, uno de los proyectos clave es el de Capanema, ubicado en el complejo Mariana. Este proyecto, que comenzará a operar en breve, tiene como objetivo producir entre 15 millones de toneladas adicionales de hierro por año, lo cual es esencial para que Vale cumpla con sus metas de producción para 2026.
En cuanto a los metales base, la producción de cobre es otro pilar en la estrategia de Vale. Para 2025, la compañía prevé una producción de entre 340,000 y 370,000 toneladas de cobre, lo que representa un aumento respecto a las 345,000 toneladas previstas para este año. A largo plazo, Vale tiene como objetivo alcanzar las 700,000 toneladas de cobre para 2035, consolidándose como un actor clave en este mercado.
Asimismo, el níquel es un mineral estratégico para la empresa, con un enfoque en incrementar gradualmente su producción. Se espera que la producción de níquel alcance entre 210,000 y 250,000 toneladas para 2030. Este aumento estará impulsado por una demanda creciente, especialmente por el sector automotriz, que necesita níquel para la fabricación de baterías de vehículos eléctricos.
Las previsiones de Vale han generado diversas reacciones entre los analistas del mercado. Mientras que el banco Itaú BBA se mantiene positivo sobre la compañía, destacando su liderazgo en la minería, otros analistas, como RBC, adoptan una postura más cautelosa. Señalan que la disminución de las primas de hierro podría afectar los márgenes EBITDA proyectados para 2025.
En términos de inversiones, Vale ha anunciado que destinará aproximadamente 6.5 mil millones de dólares en gastos de capital tanto en 2025 como en los años siguientes. Este gasto se orienta a aumentar su capacidad operativa y ejecutar proyectos estratégicos como Capanema, lo que refleja el compromiso de la empresa con su crecimiento y competitividad en un entorno de mercado desafiante.
Vale también se alinea con las tendencias globales hacia un futuro más sostenible. El cobre y el níquel, minerales esenciales para las tecnologías limpias como los paneles solares y los vehículos eléctricos, colocan a la compañía en el centro de la transición energética global, subrayando su papel clave en la construcción de un futuro más sostenible.