La minera chilena Antofagasta se ha convertido en la primera empresa en Sudamérica en implementar una locomotora propulsada por hidrógeno, un avance tecnológico que forma parte de sus esfuerzos para promover alternativas a los combustibles fósiles y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Este proyecto se enmarca dentro de su compromiso con la sostenibilidad y busca transformar la minería hacia prácticas más ecológicas.
La locomotora de hidrógeno fue desarrollada en colaboración con CRRC Qishuyan, un líder chino en la fabricación de locomotoras. Esta innovadora máquina está equipada con un motor de 1,000 kilovatios, una batería de alta capacidad y un sistema de almacenamiento de hidrógeno a 35 MPa. Con un diseño que reduce el peso en 30 toneladas en comparación con otros modelos, promete un transporte más eficiente y con un menor impacto ambiental. La locomotora comenzará a operar en 2025, conectando la ciudad de Antofagasta con el puerto regional, transportando productos mineros como ácido sulfúrico, concentrado de cobre, ánodos y cátodos.
David Fernández, gerente general de la Ferroviaria Antofagasta-Bolivia (FCAB), destacó que este proyecto refleja el compromiso de la empresa con la comunidad de Antofagasta y con la reducción de las emisiones contaminantes. “Explorar nuevas tecnologías que ayuden a disminuir nuestras emisiones de gases de efecto invernadero es una de nuestras principales prioridades”, señaló.
El lanzamiento de esta locomotora representa un paso significativo en el camino de Antofagasta hacia la neutralidad de carbono, un objetivo que la compañía se ha fijado para 2050. Iván Arriagada, CEO de Antofagasta, expresó que la empresa está interesada en explorar otros usos del hidrógeno en el futuro, conforme la tecnología siga avanzando. A diferencia de las locomotoras a diésel tradicionales, la locomotora de hidrógeno solo emite vapor de agua y aire caliente, lo que contribuye a reducir significativamente la huella de carbono de la minería.
Antofagasta ha intensificado su enfoque en la sostenibilidad con varios proyectos clave que buscan acelerar la descarbonización. En el complejo minero Centinela, por ejemplo, se ha implementado una flota de vehículos eléctricos y un sistema para optimizar el proceso de molienda, lo que ha permitido reducir el consumo energético, especialmente en el tratamiento de minerales de alta dureza.
Asimismo, la compañía está llevando adelante el proyecto New Centinela, con una inversión de $4.4 mil millones de dólares. Este proyecto incluye la expansión de un nuevo yacimiento, Esperanza Sur, y la integración de camiones autónomos que mejorarán la eficiencia y disminuirán las emisiones. Además, Antofagasta mantiene una alianza con ABB, una firma suizo-sueca de tecnología, para avanzar en su estrategia de descarbonización.
Con un compromiso claro de reducir sus emisiones en un 30% para 2035 y alcanzar la neutralidad de carbono para 2050, Antofagasta ha dado pasos importantes en la adopción de prácticas sostenibles. Este año, inauguró una planta desalinizadora en su mina Los Pelambres, con una inversión superior a los $2 mil millones de dólares, que aliviará el estrés hídrico en una región afectada por la sequía.
La locomotora de hidrógeno de Antofagasta no solo representa una solución limpia y eficiente para el transporte de minerales, sino que también pone de manifiesto la capacidad de la industria minera para adaptarse a los desafíos ambientales. A medida que la tecnología de hidrógeno evoluciona, Antofagasta considera su posible aplicación en otras áreas del proceso minero, lo que podría abrir nuevas oportunidades para hacer la minería más verde.
Este proyecto innovador coloca a Antofagasta a la vanguardia de la minería sostenible en Sudamérica. La experiencia adquirida con esta locomotora ayudará no solo a la empresa, sino también a la industria minera global, a explorar y desarrollar nuevas aplicaciones del hidrógeno. Con estos avances, la compañía reafirma su compromiso con el medio ambiente y con un futuro de minería más limpia y responsable.