La reciente adquisición de Arcadium Lithium por parte de Rio Tinto, la segunda minera más grande del mundo, con un valor de mercado de USD 108.000 millones, por USD 6.700 millones, revela expectativas optimistas sobre el futuro del litio. Este movimiento implica una prima cercana al 90% respecto a la valoración anterior de la empresa, lo que sugiere un notable interés por este metal esencial en la transición energética. El litio, conocido por su ligereza, es crucial para las baterías de iones de litio, que se utilizan tanto en vehículos eléctricos como en sistemas de almacenamiento energético.

Con esta compra, Rio Tinto se posiciona como la nueva “Reina del litio” en Argentina, dado que Arcadium operaba dos de las cuatro minas de litio activas en el país, incluida la histórica mina “Fénix” en el Salar del Hombre Muerto. La operación de Arcadium ya representaba el 70% de la producción de carbonato de litio equivalente de la empresa, y se suma el desarrollo del proyecto Rincón, adquirido por Rio Tinto en 2022 en Salta.

Este respaldo financiero podría acelerar el avance de otros proyectos como Sal de Vida, ubicado a solo 10 kilómetros de Fénix. Este proyecto había sido ralentizado por Arcadium debido a la caída drástica del precio del litio, que desde noviembre de 2022 se desplomó de casi USD 80.000 la tonelada a cerca de USD 10.000 en la actualidad.

Dominic Barton, presidente de Rio Tinto, destacó en una conversación con Infobae en Washington que la empresa está bien posicionada para realizar estas inversiones. Barton, con experiencia en el ámbito político y empresarial, aseguró que el tamaño y la estructura financiera de Rio Tinto les permiten avanzar en estos proyectos.

La minera cuenta con 17 minas en Australia, siete plantas hidroeléctricas en Canadá y 14 fundiciones de aluminio alrededor del mundo. Fundada en 1873, su nombre proviene del color del agua del río en Huelva, España, donde se han explotado minerales desde tiempos prehistóricos.

Con la compra de Arcadium, Rio Tinto se convierte en el principal productor de litio en Argentina, con presencia en las tres provincias litíferas: Catamarca, Jujuy y Salta. Además, podría competir a nivel mundial con otras gigantes como Albemarle y SQM.

No obstante, para alcanzar el podio global, Rio Tinto deberá superar a Ganfeng, otra empresa china que también opera en Argentina. Durante un reciente seminario sobre litio en Sudamérica, el CEO de Ganfeng para Argentina, Jason Luo, anunció que su empresa aumentará la inversión en sus proyectos, que ya suman USD 2.000 millones.

El aumento de la inversión extranjera en litio en Argentina, a pesar de la caída de precios, se debe a varias razones. Primero, se cree que el precio ha tocado fondo, lo que ha dejado fuera del mercado a proyectos menos competitivos. Informes recientes indican que muchos productores en Australia están perdiendo dinero y algunos han decidido reducir su producción en espera de una recuperación de precios.

La demanda de litio está proyectada para aumentar significativamente. Un informe del Departamento de Energía de EE. UU. destaca que el litio será crucial para la producción de energía limpia a partir de 2025, con previsiones de que la demanda supere ampliamente la oferta.

Adicionalmente, la baja en los precios de las baterías de iones de litio ha fomentado la electromovilidad. En la última década, los costos de las baterías han disminuido un 73%, haciéndolas más competitivas, aunque el litio representa solo una pequeña fracción del costo total de una batería.

Los desafíos para la adopción masiva de vehículos eléctricos incluyen el costo de los mismos y la infraestructura de carga. Sin embargo, el desarrollo de tecnologías de carga rápida podría acelerar este proceso. Empresas como CATL están liderando innovaciones que permiten cargar baterías en menos de 10 minutos.

Finalmente, si bien el litio podría no ser la «salvación económica» de Argentina, su creciente importancia se refleja en la actividad y empleo en las provincias del noroeste. En 2023, las exportaciones de litio representaron el 1,3% del total, y se espera que su impacto en la economía local continúe aumentando en los próximos años.