China ha consolidado su dominio en la producción y procesamiento de minerales críticos, esenciales para tecnologías avanzadas y energías renovables. Este control tiene repercusiones significativas en las cadenas de suministro globales, afectando tanto a la economía como a la geopolítica, especialmente en Occidente.

Según datos de la Agencia Internacional de la Energía (IEA), China gestiona el 80% de la producción mundial de grafito natural y el 60% de las tierras raras magnéticas. Este liderazgo se debe a su capacidad superior en refinado y procesamiento. Amrita Dasgupta, analista de la IEA, señala que China es el principal productor de cobre refinado, litio, cobalto, grafito y tierras raras.

El país también produce el 99% del grafito de grado batería y más del 60% de los productos químicos de litio. Además, controla el 40% del cobre refinado y más del 80% de las tierras raras magnéticas refinadas, consolidando su rol crucial en el suministro de minerales para vehículos eléctricos, paneles solares y otras tecnologías limpias.

El aumento en la demanda de estos minerales ha llevado a China a incrementar sus inversiones en minería tanto a nivel nacional como internacional. Según Shobhan Dhir, analista de la IEA, la inversión china en minería relacionada con la Iniciativa de la Franja y la Ruta alcanzó los $19.4 mil millones en 2023, marcando un incremento del 160% respecto al año anterior. Además, China ha aumentado su presencia en África, invirtiendo $10 mil millones en la región solo en el primer semestre de 2023.

El dominio de China en minerales críticos está estrechamente ligado a su liderazgo en tecnologías limpias. China produce dos tercios de los vehículos eléctricos del mundo y el 85% de las celdas de batería. También controla el 98% de la capacidad de producción de materiales para ánodos y lidera la producción de paneles solares, turbinas eólicas y electrolizadores de hidrógeno.

El impacto de este dominio en la industria minera global ha sido significativo. La capacidad de China para reducir los precios de los minerales ha llevado a una dependencia global de sus exportaciones, forzando a las compañías mineras occidentales a reconsiderar sus estrategias. Algunas están explorando un sistema de precios en dos niveles para premiar la producción sostenible.

Mientras tanto, la creciente influencia de China en la minería de minerales críticos, especialmente en África, continúa expandiéndose. Esto ha intensificado las tensiones en la guerra comercial entre EE.UU. y China, con el gobierno chino utilizando su control sobre estas cadenas de suministro como herramienta geopolítica.

Desde 2017, China ha implementado restricciones regulatorias y de licencias para limitar el acceso de empresas extranjeras a su tecnología y minería. Estas medidas son una respuesta a los esfuerzos de Estados Unidos por desacoplar su economía de la china, particularmente en sectores clave como los semiconductores. Según Jon Harrison, de TS Lombard, esta dinámica de “restricciones mutuas” ha fortalecido la posición de China, dificultando la competencia internacional debido a sus precios bajos.