La británica Echo Energy PLC anunció la adquisición,a través de su empresa conjunta Boku Resources, de la concesión polimetálica Ana Lucía en la región de Áncash. El proyecto consiste en un grupo de concesiones, aproximadamente a 80 km de la ciudad de Huaraz, que abarcan 2.100 hectáreas y que anteriormente eran propiedad de la Compañía Minera Ares SAC, parte de Hochschild Mining PLC.
En detalle, el proyecto Ana Lucía comprende un sistema de 17 brechas de cuarzo-turmalina identificadas que contienen plomo, sulfuros de zinc con plata anómala y oro. La zona muestra potencial para operaciones mineras a pequeña escala con un trabajo inicial que sugiere un potencial geológico significativo. La mayor de las brechas ya encontradas tiene unas dimensiones de hasta 200 metros por 45 metros con muestras de superficie con una ley de 0,6 gramos por tonelada (g/t) de oro, 20 g/t de plata y 0,2% de plomo.
El joint venture entre Echo Energy y Boku ha adquirido el proyecto Ana Lucía por un canon administrativo de aproximadamente US$ 36,000, más un royalty de retornonNeto de Fundición (NSR) del 1% pagadero a partir de la producción. Este tiene un tope efectivo de US$ 10,000, ya que Boku tiene la opción exclusiva de eliminar el NSR con un único pago del mismo valor (US$ 10,000).
Como lo informó Gestión a inicios de este mes, la británica Echo Energy PLC anunció que su filial, Echo Natural Resources Limited, firmó un acuerdo de empresa conjunta o “joint venture” en Perú con los socios fundadores de Boku Resources SAC.
Potencial de Ana Lucía
Según explicó la compañía, la zona es altamente prospectiva para nuevos descubrimientos dados los precedentes locales. Además, el proyecto Ana Lucía es comparable tanto al proyecto Soledad, perteneciente a Chakana Copper Corp, situado a 30 km al norte, como a la antigua mina en explotación Cerro Bayo (PRIV) que se encuentra a sólo 1 km de Ana Lucía.
“Los cuerpos de brecha como éstos tienden a producirse en agrupaciones con los tubos que tienen una pequeña expresión superficial pero a menudo, con una gran extensión vertical, pueden ser de muy alta ley y pueden coalescer en profundidad haciéndolos objetivos atractivos”, indicó la firma.
El proyecto Soledad es un buen ejemplo y está formado por un sistema de múltiples brechas de cuarzo-turmalina. Por su parte, la antigua mina Cerro Bayo también alberga varios cuerpos de brecha.
La opción de minería a pequeña escala es una que la compañía ve que podría, con trabajo adicional, aplicarse potencialmente al Proyecto Ana Lucía.