La minería, una de las industrias más antiguas y fundamentales del mundo, enfrenta constantemente desafíos y adaptaciones. En el epicentro de estos cambios se encuentra First Quantum Minerals (TSX: FM), una compañía minera canadiense que recientemente ha tomado decisiones significativas en respuesta a las dinámicas del mercado global.
Primero, examinemos el contexto: First Quantum ha anunciado la suspensión por dos años de sus operaciones de minería en Ravensthorpe, Australia Occidental, una mina de níquel de considerable tamaño. Esta decisión llega como un golpe directo a la industria, no solo por el cese temporal de las operaciones sino también por la reducción del 30% de su fuerza laboral, afectando aproximadamente a 125 empleados.
La compañía planea continuar vendiendo níquel de sus reservas acumuladas, que se estiman durarán entre 18 meses y dos años. Posteriormente, se espera reanudar la minería en los cuerpos de mineral Hale Bopp y Halleys en Ravensthorpe. Sin embargo, este plan no es una solución a largo plazo, y plantea preguntas sobre la sostenibilidad y la estrategia futura de la empresa.
El contexto de esta decisión es multifacético. La mina Ravensthorpe ha sido históricamente vista como una operación de alto costo, lo cual se reflejó en una suspensión anterior entre 2017 y 2019. Además, en los nueve meses anteriores al 30 de septiembre, la mina registró pérdidas de $66 millones, mientras que los precios del níquel continúan en declive.
En 2021, First Quantum vendió una participación del 30% en la mina Ravensthorpe por $240 millones a POSCO de Corea del Sur, uno de los mayores productores de acero del mundo. La minería canadiense mantuvo un 70% en la mina y continuó siendo el operador. Estas cifras demuestran la importancia y el valor potencial de la mina, no solo para First Quantum sino también para el mercado global de níquel.
El níquel, un metal tradicionalmente utilizado en la fabricación de acero y cada vez más en la fabricación de baterías, ha estado experimentando precios bajos, rondando mínimos de dos años, cerrando el viernes a $16,240 por tonelada. Esto plantea una serie de interrogantes sobre el futuro de la industria del níquel y cómo empresas como First Quantum pueden adaptarse y prosperar en un mercado cambiante.
El mercado global de níquel registró su 18° excedente mensual consecutivo en octubre, según el International Nickel Study Group, con un superávit acumulado de 193,200 toneladas en los primeros diez meses de 2023. Los analistas de Fastmarkets, mientras tanto, han pronosticado que el mercado registrará un superávit anual adicional de 170,000 toneladas en 2024. Este superávit plantea desafíos adicionales para las empresas mineras, que deben navegar por un mercado saturado mientras buscan mantener la rentabilidad.
Además, el níquel fue el peor desempeño entre el complejo de metales básicos en la Bolsa de Londres y la Bolsa de Futuros de Shanghái en 2023, perdiendo más del 40% de su valor en ambos mercados. Este declive resalta la volatilidad del mercado y la necesidad de estrategias adaptativas por parte de las compañías mineras.
La decisión de First Quantum sigue al cierre de la mina de níquel Savannah de Panoramic Resources (ASX: PAN) en la región de Kimberley, Australia Occidental, anunciada la semana pasada, que eliminará 140 empleos. Estos movimientos en la industria reflejan una tendencia más amplia hacia la reevaluación de operaciones y costos en respuesta a un mercado cada vez más desafiante.