En la minería altamente tecnologizada de hoy, y cada vez más dependiente de la energía limpia y portátil, las baterías desempeñan un rol fundamental en la productividad y eficiencia de una operación. Las baterías de litio son un elemento clave en el funcionamiento de los paneles solares, las cuales duran hasta 20 años y cumplen hasta 4000 ciclos de vida.
Chile es el segundo mayor productor de litio a nivel mundial. En 2020, alcanzó el 26,5% del total y se ubicó después de Australia y antes de China, según los últimos datos del Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin). El litio, con su capacidad para almacenar grandes cantidades de energía en un volumen reducido, ha transformado la industria de almacenamiento y juega un papel crucial en la eficacia de las baterías utilizadas para almacenar la energía solar.
Camila Svec, Co-founder y Chief Operating Officer de Cleanlight, ve un panorama sustancioso sobre la proyección del litio en nuestro país. “Es necesario trabajar en soluciones híbridas, almacenamiento eficiente y transporte de energía para aprovechar al máximo las fuentes renovables. Con la creciente demanda de fuentes de energía renovables y el auge del comercio electrónico, la importancia del litio en el comercio y la logística ha crecido exponencialmente”.
Las empresas mineras están explorando el uso de paneles solares para generar su propia energía, un enfoque novedoso que daría a las empresas independencia y ayudaría a expandir la producción de energías renovables. En la actualidad, el litio es un elemento clave en la fabricación de baterías de iones de litio, utilizadas en paneles solares, las preferidas por su alta eficiencia y durabilidad en comparación con las de plomo-ácido tradicionales.
Los costes de construcción y generación de electricidad mediante paneles solares han ido disminuyendo constantemente, y en todo el mundo la energía solar se encuentra entre las formas de generación más baratas. Estos desarrollos se producen en medio de una creciente demanda mundial de litio en la transición energética, con altos precios internacionales y cambios en la legislación nacional.
“El camino hacia la descarbonización en la industria minera chilena presenta desafíos significativos. La necesidad de generar confianza en la continuidad de la energía proveniente de fuentes renovables, superar la intermitencia en la generación, y garantizar la operación minera sin poner en riesgo la rentabilidad son obstáculos clave”, menciona Camila.
La minería de Chile se encuentra en un punto crucial de su historia, apostando por la descarbonización y la sostenibilidad, esta espera implementar soluciones híbridas y almacenamiento eficiente en un corto tiempo.
En el mediano plazo, la aspiración es superar barreras de costos para lograr la neutralidad de carbono en las operaciones mineras. A largo plazo, las metas se extienden hacia la neutralidad de carbono a nivel nacional, con colaboración intensiva en iniciativas de investigación y desarrollo (I+D) junto a universidades y reguladores.